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Conferencia “Dénia, ¿una Florencia del siglo XI? Poesía, literatura, lexicografía y ciencia”

Conferencia “Dénia, ¿una Florencia del siglo XI? Poesía, literatura, lexicografía y ciencia”

    La programación de actos conmemorativos de los 1.000 años de la fundación de la taifa de Dénia incluye esta tarde la conferencia “Dénia, ¿una Florencia del siglo XI? Poesía, literatura, lexicografía y ciencia”, a cargo de Francisco Franco-Sánchez, catedrático de estudios árabes e islámicos de la Universidad de Alicante. La conferencia se celebrará en el Castell de Dénia. La Sala, a las 20 horas.

    Francisco Franco-Sánchez ha facilitado el siguiente resumen de su ponencia:

    Es sabido que el soberano de la taifa de Denia, Muyahid al-‘Amirí (gobierna 1009-1045) fue un gran mecenas y consiguió reunir en su corte a una pléyade de sabios de todas las disciplinas y de literatos y teólogos, motivo por se puede equiparar su corte a una Florencia del siglo XI.

    De origen cristiano por parte de madre y quizás de educación, pondrá un énfasis especial en mostrarse como sincero musulmán, exteriorizando una postura religiosa estricta para que no se dudara de su sinceridad. Debido a esto los expertos en ciencias de la religión (ulūm ad-dīn) recalarán por su corte y serán especialmente bien acogidos. Allí brilla la figura de Abū ‘Amr al-Dānī (‘el dianense’, 981-1053); nacido en Córdoba, tras su estancia en Oriente, y en otras tantas ciudades de al-Andalus, en 1026 se instala definitivamente en la corte de bajo el mecenazgo de Muŷāhid, dedicándose a la enseñanza de las lecturas y ciencias coránicas. La relevancia de sus enseñanzas tendrán un eco enorme, incluso en Oriente y en épocas muy posteriores. A esta gran figura de las ciencias de la religión han de añadirse otras tantas, entre las que despunta la del murciano Ibn Sīda (m. 1066). Larga es la lista de los eruditos que recalaron en el estado independiente de la Denia taifal, gracias a los cuales ocupó lugar de honor entre los focos de las ciencias de la religión.

    Durante el período taifal en la Denia de Muŷāhid recalaron también figuras de la ciencia, algunos de los cuales llegaron huyendo de Córdoba, y otros atraídos por su mecenazgo. Entre los primeros hay que citar a Ibn al-Ṣaffār, de quien no sabemos si tenía conocimientos médicos, pero sí que conocía a fondo la aritmética, la geometría y la astronomía. Se había establecido primeramente en Córdoba para enseñar esas ciencias, y allí enseñaba el sistema del Sind-Hind y el uso del astrolabio, sobre lo cual tenía un libro; tras la fitna se estableció en Denia hasta su muerte. Entre los segundos hay que citar al lexicógrafo Ibn Sīda (m. 458/1066). a quien también se le atribuye un libro de anwā’ o calendario agrícola. El hijo de Muŷāhid no abandona el interés por las ‘ulūm al-awā’il, puesto que ‘Alī Ibn Muŷāhid le encargó al famoso Abū l-Muṭarrif ‘Abd ar-Raḥmān Ibn Muḥammad Ibn Wāfid (398-476/1008-1074) componer un tratado sobre los medicamentos simples, siendo esto el origen de su Kitāb al-adwiya al-mufrada, obra de la que se pensaba sólo había perdurado la traducción latina por Gerardo de Cremona y otra catalana del s. XIV, hasta que ha aparecido en un manuscrito de El Escorial escrito en aljamía hebraicoárabe que había pertenecido a don Juan de Borja; de ello se deduce que fue muy apreciada en el levante.

    En el panorama de la medicina andalusí, la saga de los Avenzoar o Banū Zuhr tienen un bien ganado lugar de prestigio. El primero de ellos, llamado Abū Marwān ‘Abd al-Malik (ca. 1078) estudió medicina en El Cairo, tras lo que regresa a al-Andalus y se establece en la corte de Denia (donde algunos piensan que nació), con Muŷāhid al-‘Āmirī. En lo que respecta al resto de miembros de la familia, realizaron sus estudios y prácticas médicas con sus respectivos progenitores, transmitiéndose así los conocimientos de una generación a otra. Abū l-‘Alā’ Zuhr (posiblemente también nacido en Denia) a caballo entre el período taifa y el almorávide, servirá primero a al-Mu‘tamid de Sevilla, entrando luego al servicio de los almorávides; este cargo de médico de corte lo heredará su hijo Abū Marwān,

    Otra figura de renombre del final de esta época fue Abu l-Ṣalt Umayya –Abuzale en su traducción al latín–, (1067-1134), polígrafo nacido en Denia, en donde se piensa que realiza sus primeros estudios. Su obra médica titulada Kitāb al-adwiyat al-mufrada se creía perdida, pero se ha conservado y nos muestra su gran valor como obra farmacológica. Luego irá a vivir a Oriente, quedándose a vivir en Egipto y muriendo en Mahdia (Túnez).
    Entre los literatos se puede enumerar una larga lista de poetas que honraron la corte dianense en el s. XI: el más conocido es Ibn al-Labbana, pero también se pueden enumerar otros tantos: Idrīs Ibn Al-Yamanī, al-Waqqāšī, sin olvidar al el médico, filósofo y poeta Abū l-Ṣalt Umayya. El listado sería larguísimo. De todos ellos poseemos importantes poesías que forman parte del legado cultural árabe y se estudian en las escuelas universidades de todo el mundo árabe. Todas ellas fueron escritas en la capital de Denia, en el siglo XI.

    Por todo lo enumerado se puede afirmar, sin ningún género de dudas que la capital del estado taifa de Denia fue un hervidero cultural en el siglo XI, gracias a las riquezas que llegaban procedentes del floreciente comercio portuario, y gracias también a la sagacidad de sus soberanos, que en vez de dilapidar sus fortunas en costosos ejércitos de mercenarios para hacer la guerra a sus vecinos, como hacían el resto de los reyes de taifas, se dedicaron al floreciente comercio y al corso, gracias a lo cual no paraba de fluir el dinero a Denia. Esta fortaleza será la que al final les deparará la pérdida del reino, pues su cuñado Aḥmad I al-Muqtadir de Zaragoza, que sí tenía un poderoso ejército, se hará fácilmente con el estado de Denia en 1076, dependiendo durante 15 años más de Zaragoza. Con la conquista almorávide se verá el final de esta Florencia cultural del s. XI.

     

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