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Un policía local de Cullera fuera de servicio aborta un atraco a una octogenaria

    Un agente de la Policía Local de Cullera abortó el pasado jueves a primeras horas de la tarde un presunto intento de robo con fuerza a una octogenaria en la calle 25 de Abril. Los hechos sucedieron cuando el agente volvía a su domicilio en moto tras finalizar su jornada laboral.

    Según explica el policía, a la altura de la calle del Vall un coche conducido por un hombre al que acompañaba una mujer llamó su atención al presentar una actitud sospechosa en la conducción. El agente, temeroso de que los ocupantes del vehículo pudieran estar preparando alguna acción delictiva, decidió seguirlo y tras observar que repetía de forma constante el mismo recorrido, cogió el teléfono y se lo puso en el casco para contactar con un compañero de servicio, a quien le indicó el número de matrícula y los datos identificativos del turismo para que una patrulla interviniera.

    Las sospechas del agente se confirmaron en ese mismo momento, llegando a la plaza Andrés Piles. Por la acera de la izquierda circulaba una mujer de más de ochenta años que se valía de un bastón para apoyarse. Fue entonces cuando el varón que conducía el coche sospechoso ralentizó la marcha y empezó a alzar los brazos saludando a la mujer, haciéndole un gesto para que se acercara al vehículo.

    Al ver la intención de pegarle un tirón y hacer caer a la señora, el agente subió a la acera con su moto y se interpuso entre la anciana y el hombre, golpeando en el brazo al conductor cuando presuntamente éste iba a darle el tirón al bolso, acción que evitó.

    Persecución

    El policía intentó detener al autor de la maniobra, pero este último puso la primera y se dio a la fuga, haciendo caso omiso a la orden de «Alto, Policía».

    Fue entonces cuando el agente fuera de servicio inició una persecución al vehículo, pasándole a los compañeros de servicio en todo momento la información de lo que ocurría. Tras diez minutos de seguimiento, se perdió la pista al vehículo. Finalmente, un agente rural lo localizó en el término en la zona del Pla, donde se habían metido en un camino sin salida. Allí fueron detenidos por las Fuerzas de Seguridad.

    El policía fuera de servicio no sufrió ninguna herida, aunque su integridad física se vio en peligro, especialmente en el momento en el que el coche se lanzó a la huída. «Tuve que soltar al hombre porque si no hubiese ido por el suelo la mujer, la moto yo», ha precisado.

    Por fortuna, la mujer tampoco padeció ningún daño físico. La identidad de la misma no se conoce porque después de los hechos no se le pudo localizar. «Seguramente, no se dio cuenta de lo que sucedía y se quedaría con la sensación de que una moto se había subido bruscamente a la acera», explica el policía.

    La técnica usada en este caso por los supuestos autores de los hechos, de nacionalidad rumana, es similar a la llamada «de las besuconas», consistente en tratar de atraer la atención de las víctimas mediante abrazos y besos, haciendo como si se conociesen, buscando un contacto físico que es aprovechado para perpetrar el robo.

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