Cullera exigirá más beneficios para la ciudad al futuro urbanizador del Manhattan
El Ayuntamiento de Cullera quiere que el futuro agente urbanizador del sector Bega-Port, el conocido popularmente como PAI del Manhattan, reporte a la ciudad un mayor beneficio público del previsto hasta ahora.
Asà lo avanzó el alcalde de la ciudad, Jordi Mayor, en el pleno ordinario de julio celebrado el lunes en el que se aprobó la renuncia del consistorio a ser agente urbanizador para que esta condición pase a ostentarla la iniciativa privada bajo la tutela de la Administración pública.
«Vamos a sacar unas bases para adjudicar la condición de agente urbanizador en las que la ciudad de Cullera va a salir más beneficiada no solo económicamente sino también en cuanto a dotaciones», dijo el primer edil.
En ese sentido, ha puntualizado que se va a primar el interés público, la sostenibilidad ambiental, la solvencia y la viabilidad del proyecto.
La intención es «acabar con una forma de entender el urbanismo que buscaba solamente el beneficio de la parte privada» para pasar a impulsar una polÃtica urbanÃstica «al servicio del interés general», ha remarcado Mayor.
La renuncia a la condición de agente urbanizador se produce al resultar «inviable» para las arcas municipales, en palabras del alcalde, costear los más de 94 millones de euros que cuesta la urbanización. Una cifra que tendrÃa que actualizarse y que podrÃa ser incluso superior, advirtió el concejal de Urbanismo, Juan Vicente Armengot.
«Si el ayuntamiento, a través de la empresa Emucsa âen fase de liquidaciónâ fuera el que urbanizara el sector, como estaba previsto hasta ahora, hipotecarÃamos de por vida al pueblo de Cullera», ha afirmado rotundamente el primer edil. «SerÃa una irresponsabilidad histórica», estima Mayor, y «este gobierno no va a poner en jaque el futuro de la economÃa municipal y de la prestación de los servicios públicos», ha dejado claro.
Blindaje jurÃdico
Pero no es el único motivo. Con la renuncia a ser el agente urbanizador, el consistorio se 'blinda' jurÃdicamente ante demandas millonarias por responsabilidad patrimonial que pudieran presentar los propietarios de los terrenos en caso de que, finalmente, el PAI no se ejecutara. Cabe recordar que si en un plazo de cinco años no se aprobara el proyecto de reparcelación, el suelo volverÃa a ser rústico, a tenor de lo dispuesto en el Pativel.
«Hemos adoptado una posición jurÃdicamene defendible y eso nos deja tranquilos», comentó Mayor en el debate plenario, donde el equipo de gobierno informó de que ya se presentó en su momento una demanda de 2 millones de euros por la paralización del PAI.
La renuncia a la condición de agente urbanizador contó con el apoyo favorable del equipo de gobierno (PSPV-PSOE â y dos concejales de CompromÃs) asà como de los grupos PP, Gent per Cullera, Ciudadanos. El único voto contrario ha sido el del edil dÃscolo de CompromÃs, Marc Joan.
Por su parte, el concejal de CompromÃs, Pere Manuel, sostuvo en la sesión plenaria que la posición de su grupo era una cuestión de «responsabilidad» para evitar daños futuros a la economÃa municipal y recordó que tanto APC como el Bloc en su momento âintegrantes actuales de CompromÃs per Culleraâ como el PSOE se habÃan mostrado contrarios al proyecto urbanÃstico tal y como lo aprobó el PP.
Sin embargo, ante el hecho consumado de que el PAI está aprobado y no se puede anular, CompromÃs entiende que mantener al ayuntamiento como agente urbanizador solo harÃa que empeorar las cosas.
«No hemos votado Manhattan sà o Manhattan no, como algunos quieren hacer creer sin saber lo que votan, lo que hemos votado ha sido evitarle daños mayores al ayuntamiento», ha precisado el potavoz de CompromÃs, Hugo Font.
Interés
La responsabilidad de la ejecución del Manhattan pasará, pues, a ser de la iniciativa privada bajo las directrices públicas. Será la demanda la que decidirá si el proyecto tiene viabilidad o no.
«Interés hay», admitió el alcalde, «y a todos los que vienen a informarse les decimos lo mismo», añadió. «Estamos dando luz y taquigrafos» a un proyecto que hasta que entró este nuevo gobierno no habÃa tenido transparencia», apostilló.
Por último, Mayor recordó que el actual planeamiento, heredado y con el que no están de acuerdo los dos grupos del equipo de gobierno, «no se puede cambiar» ni el PAI se puede anular. «Decir lo contrario es hacer demagogia y alimentar esperanzas aprovechándose del desconocimiento general sobre la legislación urbanÃstica», concluye.