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Cotino exige al Gobierno central “una vuelta a la gestión racional del agua y una Autoridad Hídrica Nacional”

  • El vicepresidente ha asistido a la reunión del Pleno del Consejo Nacional del Agua en Madrid

  • “El Gobierno de Zapatero improvisó un plan, el Programa AGUA, que se ha revelado como el mayor fracaso de la historia en esta materia”

  • “Afortunadamente, las sentencias del Constitucional aplican el sentido común y los principios que el Consell lleva años defendiendo”

El vicepresidente tercero y conseller de Medio Ambiente, Agua, Urbanismo y Vivienda, Juan Cotino, ha exigido al Ministerio de Medio Ambiente “una vuelta a la gestión hídrica racional y a una política que permita la planificación coherente del territorio y de sus recursos hídricos”.

Así se ha manifestado el vicepresidente en la reunión del Pleno del Consejo Nacional del Agua, celebrada en Madrid, donde ha vuelto a demandar al Gobierno Central, “una Autoridad Hídrica Nacional que aplique el principio de justicia distributiva y desarrolle un programa de actuaciones que aporte agua para todos, tal y como lo recogía el derogado Plan Hidrológico Nacional”.
“Desde el mismo momento de la derogación del PHN, el Gobierno de Zapatero improvisó un plan, el Programa AGUA, que se ha revelado como el mayor fracaso de la historia en esta materia, además de ineficaz, después de casi ocho años de ejecución” ha asegurado.

Para Cotino, “la única solución a los problemas hídricos del país pasa por que una Autoridad Nacional Hídrica de ámbito estatal ordene la gestión de los recursos y de las cuencas hidrográficas, con una visión de Estado, por encima de los intereses partidistas de comunidades autónomas, provincias y comarcas, que defienda los intereses de todos, evitando las confrontaciones que ha provocado este Gobierno”.

“Esa Autoridad Nacional Hídrica ha de velar por que no haya un sólo rincón del país que no disponga de recursos para llevar a cabo las actividades necesarias para su desarrollo y, si es necesario, que abra las puertas a que se realicen trasvases desde las cuencas excedentarias hasta las deficitarias”, ha afirmado.

“Porque el agua –ha continuado- no pertenece al pueblo o a la Comunidad por la que pasa, sino que es de todos, tal y como ha confirmado recientemente el Tribunal Constitucional con las dos sentencias sobre el Guadalquivir y el Duero”.

Según el vicepresidente, ha sido el Gobierno de Rodríguez Zapatero “quien ha impulsado y propiciado, con su política hídrica basada en los reinos de Taifa, las disputas entre los territorios. Afortunadamente, las sentencias del Constitucional aplican el sentido común y los principios que la Comunitat Valenciana lleva años defendiendo”.

El vicepresidente ha recordado que el President Camps solicitó hace dos años a Rodríguez Zapatero que convocara una Conferencia de presidentes para abordar los problemas hídricos de España y tratar de buscar soluciones. “Han pasado dos años desde entonces y todavía estamos esperando que el Presidente del Gobierno tome la iniciativa y asuma las competencias en la gestión hídrica”.
Deberes hechos

“Y desde luego, si hay alguien legitimado para realizar estas demandas, es la Comunitat Valenciana, y tenemos toda la fuerza moral porque hemos hecho nuestros deberes”, ha sentenciado el Vicepresidente.

En este sentido, Cotino ha recordado que, en estos momentos, la Valenciana, es la autonomía líder en el uso responsable de agua en todos los sectores, con un 78% de los regadíos modernizados, con un consumo de agua por habitante un 15% por debajo de la media nacional, y con la red tratamientos terciarios más extensa y avanzada de Europa, que permite que el 67% del agua depurada en la Comunitat se reutilice, lo que supone el 50% de todo lo que se reutiliza en España.

“Por ese motivo, tenemos autoridad moral para exigir al Gobierno de Zapatero el Trasvase del Ebro, por coherencia política, porque todos los gobiernos de España, excepto el gobierno central, han planteado los trasvases como la única opción seria para paliar la escasez en las cuencas deficitarias; por coherencia social, porque los trasvases son necesarios para el empleo, puesto que el Tajo-Segura y del Júcar-Vinalopó sostiene 120.000 empleos, y la realización del trasvase del Ebro crearía más de 230.000 nuevos empleos; y por coherencia económica, porque sin el agua que necesitamos no podremos alcanzar la plena recuperación económica”, ha sentenciado.

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