El Consell destina 1,7 millones de euros a fomentar comercio justo
La Generalitat y la Xarxa de Consumo Responsable de la Comunitat Valenciana presentan un estudio sobre el Comercio Justo
Los valencianos destinan 782.827 euros a la compra de este tipo de productos
El estudio reconoce que es necesario mejor la oferta
El perfil del consumidor habitual de productos de comercio justo en la Comunitat apunta al de mujer, relativamente joven, de renta media, con estudios universitarios y perteneciente a alguna ONG. El valor anual de las ventas de Comercio Justo en la Comunitat Valenciana asciende a 782.827 euros, los que nos sitúa en términos absolutos en la cuarta posición en España. Desde el año 2000 hasta el último año de referencia, 2008, las ventas de Comercio Justo casi se han duplicado.
El estudio ha sido presentado por los investigadores Amat Sánchez y Enriqueta San Andrés, del Departamento de Economía Aplicada y del Departamento de Dirección de Empresas de la Universitat de València. También han asistido al acto los representantes de las ONG Ecosol, Intermón Oxfam, La Tenda de Tot el Món, Petjades, SETEM CV, Sodepau PV, Acsud Las Segovias y Rudrahska, las cuales desarrollan la campaña Conoce el Comercio justo es Cuestión de justicia, financiada por la Generalitat.
En opinión de Felip “la Generalitat ha incrementado cuatro veces más en fomentar el comercio justo y ha destacado que aún es poco lo que ocupa el comercio justo en la cesta del consumidor valenciano”.
Día internacional del comercio justo
Estas ONG conmemoran esta semana el Día Internacional del Comercio Justo con diversas acciones, entre ellas un festejo multidisciplinar que se celebrará el domingo 15 de mayo en la Plaza Landete de Ruzafa.
Según el estudio, el gasto medio por habitantes en productos de comercio justo en la Comunitat es de 56 euros. A juicio del director general de Inmigración y Cooperación al Desarrollo, “la Generalitat está realizando un gran esfuerzo dedicando, en una situación marcada por la austeridad y el ajuste presupuestario, una importante cuantía de fondos públicos a promocionar el consumo de productos de comercio justo, por lo que es necesario que entre todos, la propia Administración y las ONGs, trabajemos más por darlo a conocer mejor”.
El estudio también hace referencia a las carencias que todavía presenta la oferta de estos productos, tanto con respecto a las tiendas y puntos de venta, como a una red insuficiente en número y distribución geográfica, como respecto a la oferta de productos y su variedad, aspectos en los cuales todavía existe un margen de mejora importante, tal y como señalan las personas consumidoras y las propias organizaciones del comercio justo.
El documento compara datos entre 2000 y 2008 de esta modalidad de intercambio, alternativa al comercio convencional, que se asienta sobre principios éticos y busca la sostenibilidad económica, cultural y medioambiental.
Conscientes de la importancia que supone este tipo de iniciativas, en los últimos años se han firmado distintos convenios con la Xarxa de Consumo Responsable de la Comunitat Valenciana, con el objetivo común de sensibilizar a la población valenciana sobre la importancia del consumo responsable como herramienta de cambio hacia un modelo más justo y sostenible y promoviendo conceptos como el de Banca Ética y Compra Pública Responsable.
En este sentido, la Conselleria de Solidaridad y Ciudadanía tiene previsto seguir fomentando acciones que fortalezcan los sectores productivos, en especial de la producción y distribución de alimentos dentro del principio de Soberanía Alimentaria, así como, fomentar la educación y sensibilización social en este sentido.
Perfil del consumidor de los productos justos
En cuanto al perfil de las personas valencianas consumidoras habituales de productos de comercio justo, la investigación señala que predominan las mujeres sobre los hombres. “El perfil tipo de la persona consumidora de productos de comercio justo en la sociedad valenciana es, por lo tanto, el de una mujer, relativamente joven, de renta media, con estudios universitarios y perteneciente a alguna ONG”, caracterizó Sánchez.
El comercio justo, definieron los organizadores de la campaña, busca, por medio de relaciones comerciales más transparentes y equilibradas, la justicia y la equidad en la producción y distribución de los bienes. Una producción respetuosa con el medio ambiente, que no discrimine entre géneros, donde la explotación infantil se encuentre erradicada. Y donde se evite la larga cadena de intermediarios que “encarecen los productos e impiden la transparencia en la información sobre el origen y la manera en que han sido producidos”.
