El Consell aprueba una declaración institucional con motivo del Día Mundial para la Erradicación de la Pobreza

El pleno del Consell ha aprobado una declaración institucional con motivo del Día Mundial para la Erradicación de la Pobreza que se celebra el próximo día 17 de octubre.

El Gobierno valenciano ha realizado una reflexión colectiva, de denuncia social, compromiso y acción de gobierno, consciente del sufrimiento que la desigualdad y la pobreza genera.

Con esta declaración, el Consell ha querido manifestar el compromiso insoslayable por contribuir, de la mano del resto de pueblos del mundo, a la eliminación del hambre, el empobrecimiento y las desigualdades sociales y económicas.

Más de 700 millones de personas en el mundo viven hoy por debajo del umbral de la pobreza extrema. Por ello, desde el Consell, se ha querido recoger en esta declaración el hecho de que es imprescindible continuar trabajando para desarrollar políticas públicas de cooperación que tengan como enfoque poner fin a esta situación en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

La nueva Ley de cooperación y desarrollo sostenible valenciana es, de hecho, la primera en incorporar los ODS.

El Consell se ha comprometido a:

- La aprobación del Plan Valenciano de Inclusión y Cohesión Social como herramienta que articule las políticas públicas de erradicación del empobrecimiento, especialmente, la hereditaria y en las mujeres.

- La aprobación de un plan específico de cumplimiento del objetivo del desarrollo sostenible para "Poner fin a la pobreza en todas sus formas y en todo el mundo".

- La aplicación de una reforma fiscal y tributaria como herramienta de redistribución de la riqueza y de justicia social para el 2017.

Plan valenciano de Inclusión y Cohesión Social

La desigualdad es uno de los elementos que más ha contribuido a la generación de pobreza al mundo, sólo el 8% de la población más rica del mundo gana la mitad del total de los ingresos del mundo, por eso esta declaración institucional apuesta por trabajar no solo en la redistribución de los ingresos sino en la eliminación de raíz de los factores que favorecen esta desigualdad.

Actualmente, en nuestro país un 80% de los niños y niñas que nacen en un entorno empobrecido serán personas empobrecidas mañana. Por ello, desde el Consell se ha elaborado este año el Plan Valenciano de Inclusión y Cohesión Social, con el principal objetivo de romper con la transmisión generacional del empobrecimiento.

La pobreza es un problema multidimensional, no sólo implica la falta de recursos económicos, sino que además afecta al derecho a una seguridad alimentaria, acceso a los bienes públicos globales y la falta de instrumentos de crecimiento social y cultural como el acceso a la educación, así como también al ámbito afectivo y relacional.

Por ello, este Plan incluye por primera vez como eje estratégico la cohesión social y las relaciones personales, la equidad territorial y el espacio público. La lucha contra la pobreza debe realizarse desde un enfoque multidimensional, de innovación social y apuesta por los derechos humanos.

Las políticas de desarrollo económico local deben ir encaminadas a la creación de empleo digno y de calidad que favorezca a los colectivos más vulnerables. Más de 200 millones de personas en el mundo se encuentran en situación de desempleo, de los cuales un tercio son jóvenes, y en muchos países, estar trabajando no permite romper con la pobreza extrema.

En este caso, hay que destacar que el Gobierno valenciano ha priorizado dentro de los Programas Operativos de los Fondo Sociales Europeos los itinerarios individualizados para colectivos más vulnerables y con graves problemas de inserción sociolaboral.

Feminización de la pobreza

En el manifiesto aprobado se plasma también la feminización de la pobreza. La Generalitat ha creado una Mesa por luchar contra la feminización del empobrecimiento, así como la igualdad laboral y salarial con entidades, sindicatos y expertos, orientada a diseñar la estrategia del Plan Valenciano de Inclusión y Cohesión Social en esta materia.

Para ello, se presta una mayor atención a las mujeres migrantes, familias monoparentales, mujeres gitanas y mujeres mayores. Además, se está trabajando por introducir la perspectiva de género como elemento potenciador de la lucha contra el empobrecimiento en las convocatorias de cooperación al desarrollo.