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DÍA INTERNACIONAL DEL PERRO GUÍA

Tras los pasos del compañero fiel: el perro guía tiene un papel vital para las personas con discapacidad visual

Perro guía
Perro guía
  • Estos fieles compañeros son criados y adiestrados en la Fundación ONCE del Perro Guía (FOPG)

Como cada último miércoles de abril, hoy se conmemora el Día Internacional del Perro Guía, con la finalidad de divulgar el papel imprescindible que tienen estos nobles animales en la sociedad para apoyar la movilidad de las personas con discapacidad visual, permitiendo con su compañía la independencia de estas personas.

Estos fieles compañeros son criados y adiestrados en la Fundación ONCE del Perro Guía (FOPG), creada por la ONCE con la finalidad de formar y entrenar a los perros guía para personas con ceguera o deficiencia visual grave, y contribuir así a la mejora de su autonomía y la seguridad de sus desplazamientos.

Tal y como ha explicado el delegado de la ONCE de la Comunidad Valenciana y director de la Fundación ONCE del Perro Guía de 2005 a 2007, José Manuel Pichel, “se crea un vínculo importantísimo entre el perro y el usuario, son 24 horas juntos todos los días, y además, estos animales no fallan, tratan de hacer su trabajo perfecto”.

Crianza y entrenamiento del perro guía

Los perros nacen generalmente en la escuela, y empiezan a ser entrenados desde ese momento. “Desde que empiezan a mamar se le ponen sonidos como por ejemplo de neumáticos o una mascletà, para que asocien los ruidos a algo placentero. En cuanto abren los ojos, se les empieza a adiestrar para que aprendan hábitos como por ejemplo el de mirar hacia arriba”.

Cuando ya cumplen las siete semanas, los perros guía son llevados a una familia hasta que tienen un año, la cual sigue directrices y está asesorada por la fundación. El perro tiene que ir con la familia a todos los lugares, puesto que en este periodo ya tiene las mismas posibilidades que un perro guía, como es el acceso al cine o a un concierto. Finalmente, al año el animal vuelve a la escuela, donde tiene en torno a cinco meses de aprendizaje, y después, ya se le entrega a la persona ciega, con una edad aproximada de 18 meses.

Respecto al entrenamiento del perro en la fundación, desde la escuela se les adiestra con actividades, como por ejemplo “salir con instructores a la calle todos los días, ir siempre a la izquierda, sortear obstáculos o dejar siempre un espacio a su derecha para no chocar con ningún elemento de la calle”. También se les prepara para que adopten hábitos para el día a día, como por ejemplo, que “solo coman cuando se les dice que tienen que comer y que no cojan nada del suelo. Se les va enseñando todo poco a poco, hasta que se les hace un examen y se gradúan”, ha explicado el delegado de la ONCE de la Comunidad Valenciana.

El perro guía está entrenado para reconocer y evitar obstáculos, tanto estáticos como en movimiento, a nivel del suelo  o en altura. Marca a su usuario la llegada a bordillos, escaleras o desniveles del pavimento, busca puertas de acceso, asientos libres en transportes públicos y tiene iniciativa para encontrar la mejor alternativa de paso en situaciones comprometidas. También están preparados para la “desobediencia inteligente”, como por ejemplo, “si escuchan que va a pasar un tren o coche y el dueño intenta pasar, ellos frenan, e incluso si se les fuerza se tiran al suelo a los pies de su dueño”, ha explicado Pichel.


Elección y vida del perro guía

En cuanto a la elección de cada perro, esta se hace según las características del animal y de la persona con discapacidad visual, para que tengan características similares. Por ejemplo “si es un perro más lento, se busca una persona más lenta, o si es un perro con mucho carácter, se busca a una persona con más carácter”. “La unión entre el perro y la persona ciega es la de una auténtica adopción y compatibilidad”, ha destacado José Manuel Pichel.

En el 99% de los casos el perro guía se le entrega solo a una persona, “ya es una unidad que se crea hasta que el perro se jubila”, que suele ser de los 10 a 12 años de vida del animal. En este sentido, cuando se jubilan tienen tres opciones: quedarse con la persona ciega hasta que tenga otro perro, y en este caso la persona ciega se quedaría con dos, uno como mascota y otro como perro guía; otra opción es que se lo quede un familiar de la persona ciega o se done a alguna institución, “en alguna ocasión se les ha entregado a presos de las cárceles o jubilados”; o en tercer lugar, si el perro no se encuentra en condiciones óptimas, se lleva a la escuela.

Las razas principales de los perros guía son labradores (50%), golden retriever (40%) y pastores alemanes (5/6%). El resto suelen ser caniches gigantes o mezclas de raza, “para personas que tienen alergia al pelo del perro, puesto que el caniche gigante no produce alergias porque no tira pelo”. Actualmente, en la Comunidad Valenciana hay aproximadamente 110 perros guía, “todos con un seguimiento y control”.

Requisitos y lista de espera

Los requisitos para solicitar un perro guía son: “se tiene que necesitar por movilidad; la persona tiene que tener unas condiciones físicas adecuadas para poder moverse con un animal, como por ejemplo fuerza para tirar de él, y encontrar un perro con un carácter compatible al de la persona ciega”.

La lista de espera para obtener un perro guía, actualmente es de casi tres años en España, en el caso de que sea un solicitante “primerizo”, en cambio, “a las personas que ya han tenido perro guía, se les da de manera casi inmediata”. Actualmente se entregan desde la escuela, 140 perros guías al año, aunque se prevé aumentar este dato a 200 perros tras las obras de ampliación que se han realizado, que se “prevé que se inaugure en junio”.

La Fundación

La Fundación presta sus servicios a personas con discapacidad visual de toda España, en virtud de la colaboración concertada con la propia ONCE, que ofrece el perro guía como un servicio social gratuito para las personas afiliadas a dicha organización que lo soliciten y sean aptas para recibir este auxiliar de movilidad.

La Fundación cuenta con un centro de cría y adiestramiento ubicado en Boadilla del Monte (Madrid). En él dispone de instalaciones destinadas a albergar los perros, dependencias administrativas y una residencia para acoger a los solicitantes de perro guía durante el curso de formación que deben realizar para aprender a utilizarlo. La plantilla de la FOPG está integrada por más de 50 profesionales, entre ellos se cuentan técnicos de adiestramiento, supervisores de cachorros, cuidadores de los perros albergados, personal administrativo y de servicios generales. Cuenta, asimismo, con un servicio veterinario propio, con un área especializada en la selección genética y la cría.

 

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