Cómo mejorar la conexión a internet en casa
No todo el mundo es consciente de ello, pero la conexión de Internet que tenemos contratada en casa pocas veces es la misma que nos llega a los dispositivos. Son muchos los factores que pueden influir en esta carencia, aunque también podemos incluir algunas soluciones sencillas para poder optimizar esa señal de Internet.
Lo primero: un buen diagnóstico
Es difícil escoger una tarifa o compañía si no sabemos lo que realmente tenemos. Sí, podemos saber cuál es nuestra contratación, pero, como comentábamos, la conexión que nos llega a los dispositivos podría ser diferente. De esta forma, lo primero que deberíamos hacer antes que nada es realizar un diagnóstico.
Con un test de velocidad podremos medir la velocidad de nuestro Internet cómodamente desde nuestro ordenador.
Un test de velocidad mide, entre otras cosas, la velocidad de descarga, que es la rapidez con la que nuestra conexión descarga los datos. No es el único dato importante, pues también tenemos que ver cuál es la velocidad de subida, que es la rapidez con la que nosotros subimos información, así como el PING, que sería el tiempo de respuesta de nuestra conexión.
Una vez tengamos claro el diagnóstico, podremos ver si nuestra conexión está siendo óptima. En caso negativo, aún podemos hacer algunas cosas antes de barajar otras compañías.
Consejos para mejorar la conexión
Reiniciar el router
Hay veces que las soluciones más sencillas son las más efectivas. Si nuestra velocidad está ralentizada, lo primero que deberíamos hacer es reiniciar el router; y es que hay fallos del sistema que pueden solucionarse con este sencillo gesto, como un exceso de calor o una incidencia menor.
Evita las interferencias
Hay un sinfín de elementos que pueden interferir en tu conexión de Internet; desde aparatos con bluetooth activo, teléfonos móviles o incluso pantallas de televisión LCD. Es más, uno de los aparatos que más interferencias producen son los microondas por las radiofrecuencias que emiten.
Para solucionar este problema, lo mejor es que posicionemos el router lo más apartado posible de otros aparatos electrónicos.
Conexión por cable
Esto es una realidad, la conexión por cable siempre será mucho más rápida y real que la conexión por WiFi. Es cierto que no todos los aparatos que tenemos en casa podemos usarlos con cable, pero seguro que hay muchos que sí podríamos conectar a través de cable y dejaríamos, de esta forma, de sobrecargar la señal WiFi. Por ejemplo, podemos conectar nuestra televisión inteligente y nuestros ordenadores, dejando así nuestros móviles como únicos dispositivos por señal inalámbrica.
Intentar no saturar la conexión
Si estamos realizando una videollamada de trabajo, pero al mismo tiempo en casa hay alguien jugando a un videojuego online, descargando algo o incluso viendo contenidos de plataformas como HBO o Netflix, es posible que la velocidad de nuestro Internet se reduzca drásticamente.
Cuando tengamos que hacer algo urgente e importante, es mejor que limitemos el uso de la red.
Evitar los intrusos
¿Y si alguien está robando mi señal? Lo cierto es que es muy probable. Es más, aunque cambiar la contraseña es bastante recomendable, no evita que alguien pueda robar nuestra señal.
Es recomendable cambiar la contraseña varias veces al mes para que así lo tengan más difícil. Asimismo, también puede ser interesante apagar el router cada vez que salgamos de casa, quizá de esta forma el intruso se canse y busque una red un poco más estable.
