elperiodic.com
SELECCIONA IDIOMA
Valencià

El cigarrillo electrónico es una herramienta contra el tabaquismo

El cigarrillo electrónico es una herramienta contra el tabaquismo

    El 19,8% de los españoles asegura que fuma a diario. Así se recoge en la Encuesta Europea de Salud (EESE) de 2020 publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Aunque se mantiene la tendencia a la baja del consumo de esta sustancia respecto a las cifras registradas en 2014, cuando alcanzó su máximo con un 30,9% en hombres de entre 25 y 34 años, España se encuentra lejos del objetivo de reducir la tasa de fumadores al 5% en 2030. Cada vez más países del mundo están progresando en la lucha contra el tabaquismo con la adopción de los cigarrillos electrónicos. En nuestro país, tiendas del sector del cigarrillo electrónico como Ivapeo siempre han defendido su uso como herramienta para dejar de fumar, algo que ahora más que nunca será decisivo para combatir esta amenaza para la salud pública.

    El consumo de cigarrillo electrónicos está aumentando progresivamente en España. Según la Unión de Promotores y Empresarios del Vapeo (UPEV), más de 600.000 españoles consumieron cigarrillos electrónicos en 2019. En la mayoría de los casos, los usuarios de productos de vapeo recurren a estos dispositivos para sustituir a los cigarrillos convencionales. Los cigarrillos electrónicos han demostrado ser una herramienta poderosa a la hora de dejar de fumar. De hecho, el ‘III Estudio sobre el Hábito y uso del cigarrillo electrónico’ de Sigma Dos, elaborado por Sigma Dos para la Unión de Promotores y Empresarios del Vapeo (UPEV), señala que 8 de cada 10 usuarios de vaporizadores han abandonado el tabaco por completo.

    A pesar de la evidencia científica sobre el cigarrillo electrónico, el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social ha adoptado un enfoque cauteloso en los últimos años. Un rumbo que contrasta con la visión de gran parte de la población. Sin ir más lejos, el 92,2% de los participantes de la encuesta de Sigma Dos afirma que vería bien que las autoridades sanitarias recomendasen el uso de los cigarrillos electrónicos para dejar de fumar o reducir el hábito, como ya hacen países como Reino Unido, que es uno de los grandes defensores del cigarrillo electrónico. El Servicio de Salud Pública de Inglaterra (PHE) lleva varios años promoviendo el uso del cigarrillo electrónico como herramienta para dejar de fumar y luchar contra los daños del tabaquismo, lo que ha supuesto un descenso notable en el número de fumadores.

    El Servicio de Salud Pública de Inglaterra (PHE) asegura que los cigarrillos electrónicos son aproximadamente un 95% menos dañinos que los cigarrillos tradicionales. A medida que el uso de cigarrillos aumentó en Reino Unido a partir de 2011, también lo hizo la tasa de éxito para dejar de fumar. Así lo pone de manifiesto un estudio independiente del University College de Londres, que señala que el vapeo ha ayudado a entre 50.000 y 70.000 fumadores en Inglaterra a dejar de fumar en un solo año. Gracias al apoyo de las autoridades sanitarias, la prevalencia del tabaquismo en la población de Reino Unido se encuentra en un mínimo histórico (14,4%), como se recoge en un artículo publicado por El Español.

    Francia y Canadá han seguido el camino de Reino Unido, y la sanidad pública de estos países apuesta por el cigarrillo electrónico como herramienta para combatir el tabaquismo. El Ministerio de Sanidad del país galo señala que 700.000 fumadores franceses han dejado el tabaco gracias a los vapeadores en los últimos años. Por su parte, el Ministerio de Sanidad canadiense ha situado el vapeo en el centro de la estrategia para la reducción del riesgo en el consumo de tabaco, ofreciendo a los fumadores un mayor acceso a los productos de vapeo, impulsándolos frente a los cigarrillos tradicionales.

    ¿Qué son los cigarrillos electrónicos?

    Los cigarrillos electrónicos son dispositivos de mano que funcionan calentando un líquido para convertirlo en aerosol. El dispositivo de vapeo se compone de dos piezas fundamentales: la pila recargable, que es la encargada de activar el mecanismo y hacer que el vapor (el aerosol) llegue a la boca del consumidor, y el atomizador, que es el encargado de convertir el líquido en vapor. La mayoría de las tiendas del sector del cigarrillo electrónico suelen contar con kits ecig, compuestos por batería y atomizador, para quienes se inician en el mundo del vapeo. Debido a que no queman tabaco, los cigarrillos electrónicos no exponen a los usuarios a los mismos niveles de sustancias químicas que pueden causar enfermedades en las personas que fuman cigarrillos convencionales. Por este motivo, las organizaciones médicas avalan que vapear es mejor que fumar.

    Una de las características más destacadas de los cigarrillos electrónicos es que los consumidores pueden escoger entre una amplia variedad de líquidos para vapear, también conocidos como eliquids. Además, los usuarios tienen la posibilidad de elegir tanto la cantidad de nicotina como el sabor que quieren disfrutar con el cigarrillo electrónico. Por norma general, el nivel de nicotina es el siguiente: libre de nicotina (0 mg), baja concentración (6-8 mg), concentración media (10-12 mg), alta concentración (16-18 mg) y muy alta concentración (24 mg). En el caso de los sabores, los consumidores pueden optar por sabores afrutados (cereza, fresas, manzana, entre otros), sabores de bebidas (cola, uva, sandía, entre otros), sabores gourmet (pastel de crema de limón, chucho de crema, entre otros), incluso sabores más clásicos con notas a tabaco.

    Subir