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El CECOVA apoya la limitación de la venta de productos alimenticios en las escuelas a aquellos que cumplan ciertos criterios nutricionales y saludables

    El Consejo de Enfermería de la Comunidad Valenciana (CECOVA) quiere expresar su apoyo a la medida anunciada por el Ministerio de Sanidad de consensuar con las comunidades autónomas un acuerdo para limitar la venta de productos alimenticios en las escuelas a aquellos que cumplan ciertos criterios nutricionales y saludables. Desde el CECOVA entendemos que si queremos reducir la prevalencia de sobrepeso y obesidad en los más pequeños se debe limitar el consumo de alimentos hipercalóricos y ricos en azúcares y grasas saturadas, como la bollería industrial, los snacks y los refrescos.

    El trabajo de las enfermeras escolares, por cuya presencia en todos los centros educativos está realizando un importante esfuerzo el CECOVA, tiene un componente destacado en la transmisión de un mensaje en el sentido de que el almuerzo que se realiza en los recreos de los colegios e institutos debe estar compuesto por hidratos de carbono en forma de bocadillos y acompañados de una fuente de proteínas como fiambre (pavo, jamón york, jamón serrano), queso, atún etc… y frutas, mientras que la bollería industrial y los snacks se deben dejar para las ocasiones puntuales o los fines de semana, pues si se abusa de éstos ingiriéndolos diariamente repercutirá negativamente en la salud de los consumidores elevando sus niveles de colesterol y favoreciendo el sobrepeso.

    Doble objetivo
    Para adoptar tal recomendación es necesario un doble objetivo, por un lado limitar la venta de estos productos no recomendables en los centros educativos, tal como quiere legislar el Ministerio de Sanidad, y por otro, educar a alumnos y padres de éstos en hábitos saludables de alimentación.

    Con respecto al primer objetivo, desde el CECOVA se quiere destacar que cuando un alumno llega a la hora del recreo con hambre y tiene a su alcance estos productos no saludables, le son más deseables que un almuerzo más sano. Ello es debido a que las grasas son las que vehiculizan los sabores y nuestro organismo nos traiciona ejerciendo un deseo mayor por los alimentos menos saludables. “Y es que los niños están genéticamente diseñados para comer mal. Su cuerpo les pide grasas, dulces y azúcares, algo que no tienen ni las verduras ni las legumbres, que son la base de una alimentación equilibrada. Un estudio realizado en este ámbito desveló que si se introduce una solución de agua con sal a un feto que se encuentra en el útero, el niño deja de succionar el líquido amniótico, mientras que si se hace eso mismo con azúcar, empieza a chupar con emoción. Esto es debido a que las grasas vehiculizan el buen sabor de los alimentos, por eso las verduras, que tienen menos azúcares y grasas, gustan menos a los niños", explica Mar Ortiz, coordinadora en la provincia de Alicante del Grupo de Trabajo en Enfermería Escolar (ENSE) del CECOVA.

    Por otro lado, desde el CECOVA se destaca que enseñar a comer bien a los niños es una tarea fundamental que corre principalmente a cargo de los padres, por lo que es imprescindible orientarles, informarles y educarles para que fomenten unos buenos hábitos de alimentación a sus hijos. "¿De qué me sirve que mi hija saque muy buena nota en inglés o toque muy bien el piano si con 12 años es obesa y tiene problemas de relación? La salud es una asignatura en la que los padres deben llevar el liderazgo, pero es cierto que necesitan un profesional sanitario referente que eduque en la escuela a los alumnos y en talleres dirigidos a sus progenitores, y para ello se debe implantar la Enfermera Escolar, figura institucionalizada y consolidada en otros países y en algunas Comunidades Autónomas, como Madrid, Castilla y León o Castilla – La Mancha, que cuenta con enfermeras escolares en los centros educativos que escolarizan alumnos con problemas de salud", indica Ortiz.

    En este sentido, María del Mar Ortiz también recordó que, además de fomentar hábitos saludables de alimentación y prevenir y detectar de forma precoz el sobrepeso y la obesidad, la Enfermera Escolar actúa con rapidez y eficacia en el caso de cualquier urgencia en el ámbito educativo, hace un control y seguimiento de los alumnos con enfermedades crónicas, administra fármacos en horario escolar, ofrece asesoramiento en materia de salud y da apoyo emocional a alumnos, profesores y padres, supervisa el equilibrio de la alimentación y realiza exámenes de salud para la detección precoz de enfermedades. Pero, sobre todo, la Enfermera Escolar realiza una gran labor de promoción de la salud y prevención de la enfermedad a través de la Educación para la Salud, no sólo a alumnos, sino también a padres, maestros, profesores y demás personal profesional del centro. La Enfermera Escolar fomenta hábitos saludables en temas como alimentación, higiene corporal y postural, prevención de riesgos y primeros auxilios, sexualidad, prevención de trastornos de la conducta alimentaria, prevención de drogodependencias, etc.

     

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