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El CECOVA afirma que las enfermeras son un “observador privilegiado” para “detectar los síntomas de la violencia machista”

  • Ávila destaca que “el papel de asesoramiento y asistencia de los profesionales del ámbito sanitario, judicial o policial que atienden a las víctimas en un primer momento es clave”

El Consejo de Enfermería de la Comunidad Valenciana (CECOVA) y los colegios de Enfermería de Valencia, Castellón y Alicante instaron hoy a todos los profesionales sanitarios, en la víspera del Día Mundial contra la Erradicación de la Violencia de Género, a “extremar la vigilancia sobre los síntomas de violencia de género en las víctimas cuando acuden a recibir asistencia sanitaria para poder detectar posibles casos ocultos y lograr así un diagnóstico precoz que permita prevenir casos de violencia machista”.

En este sentido, la Enfermería debe desempeñar un “papel destacado” en la lucha contra la violencia machista ya que es un “observador privilegiado” puesto que “los profesionales de Enfermería que son los primeros en entrar en contacto con las víctimas, y como tales deben contribuir decisivamente en la lucha para la erradicación de esta lacra social y a que la conducta del maltratador no quede impune”.

El presidente del CECOVA, José Antonio Ávila Olivares, aseguró que “en muchas ocasiones detrás de cuadros depresivos, de un diagnóstico de estrés o de episodios de ansiedad atendidos en los centros de salud y hospitales de la Comunitat Valenciana se esconden casos graves de maltrato psíquico, situaciones de violencia verbal o agresiones físicas contra la mujer que estamos obligados a destapar y también a denunciar o a animar a denunciar para que el maltratador sea debidamente castigado y alejado de la víctima”.

Al respecto, Ávila recordó la “importancia de denunciar a los maltratadores” ya que, según recordó, “siete de cada diez mujeres asesinadas no habían denunciado previamente a sus parejas” y aseguró que “la muerte de mujeres víctimas de la violencia doméstica sigue siendo uno de los problemas más graves de la sociedad española”.

En este sentido, el presidente del CECOVA recordó que “muchas mujeres no denuncian por miedo o desinformación” y destacó el caso de las mujeres inmigrantes, que, según dijo, “no saben a dónde acudir ni cómo actuar, especialmente las que están en situación irregular, que tienen miedo de ser expulsadas y por eso no denuncian las agresiones”. “En estos casos y en muchos otros el papel de asesoramiento y asistencia de los profesionales del ámbito sanitario, judicial o policial que les atienden en un primer momento es clave para abortar una situación de violencia física o verbal”, aseguró.

Una media de cinco años hasta la denuncia
Al respecto, el presidente del CECOVA explicó que “cualquier ayuda a las víctimas será bienvenida” porque, según recordó, “estudios recientes demuestran que desde que la víctima empieza a sufrir malos tratos, insultos y vejaciones hasta que decide interponer una denuncia pasan una media de cinco años” y, por esta razón, “en demasiadas ocasiones, la denuncia ante la Justicia o antes la Policía llega demasiado tarde”. Al respecto, recordó que “el 60% de los asesinos de mujeres durante el año pasado tenían dictada una orden de alejamiento de sus víctimas que incumplieron”.

Finalmente, Ávila aseguró que “el colectivo de Enfermería tiene una especial sensibilidad en este tema ya que más del 80% de los 25.000 profesionales de Enfermería de la Comunidad Valenciana son mujeres” y por ello, “es un colectivo especialmente sensible y sensibilizado con la lacra social y las consecuencias de la violencia de género”. Por tanto, “como profesionales de Enfermería estamos obligados a detectar los síntomas de acoso o violencia en el hogar cuando una mujer acude a un centro de salud o a un hospital con síntomas de sufrir violencia conyugal. Es nuestra responsabilidad ayudar a un diagnóstico precoz e informar de cualquier situación de peligro para la integridad de la persona agredida”, aseguró Ávila.

 

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