Los voluntarios del Hospital Provincial de Castellón conmemoran el Día del Voluntariado
El Consorcio cuenta con un centenar de personas que colabora de forma altruista en la atención de pacientes y familiares
Los voluntarios del Consorcio Hospitalario Provincial de Castellón han dado a conocer hoy, con motivo del Día del Voluntariado, la labor que realizan para que tanto los enfermos como los familiares sepan que pueden contar con ellos durante su estancia en el centro.
La coordinadora del Voluntariado del Consorcio, María José Condomina, explicó que, para ello, se han instalado en los accesos del hospital mesas atendidas por los voluntarios con el fin de “sensibilizar a la población de la importante labor que de forma desinteresada realizan los voluntarios de cualquier organización”.
Una de esas mesas ha sido visitada hoy por la dirección del Consorcio y el presidente de la Diputación, Javier Moliner, quien ha destacado la labor de este colectivo “al dedicar parte de su tiempo libre a escuchar y atender las necesidades de pacientes y familiares sin esperar nada a cambio”.
El grupo de Voluntariado Consolación del Provincial está integrado por unas cien personas de edades comprendidas entre los 18 y los 70 años que colaboran con el personal sanitario del centro para que la estancia de los enfermos sea lo más integral posible.
Amas de casa, estudiantes, jubilados y enfermos que ya han recibido el alta médica forman parte del voluntariado, que antes de iniciar su labor participan en cursos de formación para estar preparados y afrontar situaciones críticas como el acompañar a los familiares que pierden a un ser querido.
Los especialistas coinciden en la importante labor de los voluntarios, ya que contribuyen a mejorar el estado de ánimo de los pacientes, mientras que los familiares, por su parte, encajan mejor la enfermedad.
Diariamente hay una presencia de voluntarios al servicio del centro para acompañar, pasear, atender al enfermo y a sus familiares.
Así, las salas de espera del Hospital de Día de Oncología se han convertido en espacios de acogida, escucha, acompañamiento e información tanto a familiares como a los pacientes que acuden solos a las revisiones o a someterse a tratamientos de quimioterapia o radioterapia.
Los voluntarios distribuyen diariamente entre los enfermos que acuden en ayunas un desayuno tras el tratamiento o reparten entre los familiares revistas o publicaciones para que la espera sea más llevadera. Asimismo, organizan talleres de manualidades y diversas actividades lúdicas para los pacientes de la Unidad de Salud Mental.
