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El Teléfono de la Esperanza recibió más de 3.000 llamadas en Castellón

    Los centros del Teléfono de la Esperanza de la Comunitat Valenciana recibieron en el año 2007 un total de 16.326 llamadas de ciudadanos que, al atravesar situaciones de crisis, buscaron ayuda anónima y confidencial en los orientadores de la asociación, disponibles a través del teléfono las 24 horas del día.

    De estas llamadas, 4.687 se registraron en Alicante; 3.290 en la sede de Castellón, y 8.349, en la de Valencia, según ha explicado la responsable del centro de Castellón, Marcela Mesa.

    Mesa explica que el perfil del usuario de este servicio es el de una mujer que vive inmersa en una situación de incomunicación o de soledad, y que busca ayuda a través del teléfono cuando atraviesa una situación de crisis temporal dentro de su estado de normalidad.

    De hecho, de las 3.290 ocasiones en que los voluntarios descolgaron el teléfono del centro de Castellón, en 2.272 escucharon al otro lado la voz de una mujer.

    "Son personas que necesitan mejorar las relaciones con su pareja, con sus hijos o con sus padres, y que a veces padecen estados de depresión, ansiedad, estrés, obsesiones o fobias", relata Marcela.

    Cuando se ponen al teléfono, los orientadores del centro tratan de ofrecer comprensión a la persona que llama. Por lo general, logran que les desaparezca la angustia y que comunique aquello que en su entorno social no es capaz de relatar por temor a la incomprensión o a que su comportamiento se considere anormal.

    Las conversaciones suelen prolongarse alrededor de 20 o 25 minutos, un tiempo a veces suficiente para que la persona "encuentre un apoyo o descubra la solución a su problema", según Marcela, quien considera que el mero hecho de llamar "ayuda a ordenar las ideas y a replantearse cuál es el estado emocional".

    La responsable del centro de Castellón explica que "el orientador no aconseja, no moraliza, no juzga", sino que practica "una escucha activa" en la que, mediante preguntas, "lleva a la persona a conocerse a sí misma".

    Los perfiles de quienes piden ayuda varían dependiendo del momento en que lo hacen. Durante el día suelen llamar aquellos que están dispuestos "a afrontar sus problemas, a coger el toro por los cuernos", mientras que, por la noche, marcan el número personas "que quieren desahogarse, pero que no buscan ayuda conscientemente".

    También prefieren la oscuridad los que Marcela califica de "llamantes crónicos", aquellos que marcan de forma sistemática el Teléfono de la Esperanza porque tienen patologías psiquiátricas, como trastornos de personalidad o brotes psicóticos, y utilizan el servicio como una herramienta para "verbalizar lo que les pasa por la cabeza".

    "Si la persona se encuentra bloqueada, podemos invitarla a que venga al centro para recibir ayuda psicológica, orientación familiar o asesoría jurídica", explica Marcela.

    En la Comunitat, se recibieron durante 2007 un total de 1.936 llamadas nocturnas. De ellas, 348 se atendieron en Alicante, 229 en Castellón, y 819 en Valencia.

    En el territorio valenciano, un total de 1.214 personas concertaron citas con especialistas. De ellas, 235 se entrevistaron con ellos en Alicante; 793, en Valencia, y 183, en Castellón.

    Según Marcela, también las diferentes épocas del año influyen en el tipo de consultas de los ciudadanos. "En el invierno, nos enfrentamos a nuestra vida familiar. Ocasiona dificultades, y a veces nos invade una sensación de soledad", explica.

    "En primavera hay gente que se siente muy decaída", concreta Marcela, para quien esta estación se asocia al "estado vital de encontrarse consigo mismo", mientras que el verano es "una época de cambios, de gente que va y que viene de otros lugares". Por ello, dice, "en otoño toca recoger los conflictos del verano".

    Todos estos condicionantes influyen en el tipo de planteamientos que reciben los orientadores del Teléfono de la Esperanza, personas voluntarias que se forman durante un año para poder orientar y atender de forma correcta las peticiones de auxilio o de conversación de muchos ciudadanos.

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