La psicóloga Beatriz Vera Poseck afirma que "se sobrevaloró el impacto psicológico que tendría en la sociedad el atentado del 11-S "
Beatriz Vera Poseck, psicóloga clínica de la Universidad Complutense de Madrid, coordinadora de la web www.psicologia-positiva.com y autora del libro "Psicología Positiva: Una nueva forma de entender la psicología", ha ofrecido una conferencia sobre "La experiencia traumática desde la psicología positiva: resiliencia y crecimiento postraumático", dentro del curso de verano de la Universitat Jaume I "Emergencias y desastres: ¿cómo se debe intervenir con las víctimas desde la psicología positiva?".
Beatriz Vera Poseck ha realizado una defensa de la psicología positiva y de nuevos conceptos como la resiliencia y el crecimiento postraumático, que son cada día más importantes a la hora de plantearse la intervención psicológica ante personas que han vivido una emergencia o desastre. La psicóloga ha explicado en su intervención como, históricamente, los psicólogos han abordado la atención a personas que han padecido experiencias traumáticas desde un enfoque de riesgo que consideraba el ser humano vulnerable y débil, una víctima, y por ello se le proporcionaba ayuda psicológica inmediata tras una emergencia o catástrofe, con el objetivo de evitar problemas mentales en el futuro.
Esta postura tiene su aplicación más paradigmática en el caso del atentado del 11-S contra las Torres Gemelas de Nueva York: más de 9.000 psicólogos se personaron en el lugar de los hechos el día del atentado, y se puso en marcha un macroproyecto de atención psicológica –dotado con un presupuesto de más de 150 millones de dólares- porque se estimó que unos 2,5 millones de personas necesitarían ayuda psicológica tras el 11-S. Sin embargo, los estudios realizados unos meses más tarde demostraron que el impacto del atentado en la sociedad se había sobrevalorado, tal y como demuestran algunas cifras: el número de personas que necesitaron ayuda psicológica se redujo a 500.000, tan sólo un 7,5% de las personas residentes en Manhattan sufrían trastorno de estrés postraumático (TEPT) dos meses después del atentado (cifra que se redujo a un 1,7% a los seis meses); y hasta en el caso de los bomberos que se vieron implicados en la catástrofe o de los supervivientes de las torres, el número de personas que sufrían TEPT no superaba el 15%.
Para Vera Poseck esta experiencia pone de manifiesto que el enfoque negativo no es suficiente a la hora de abordar estas situaciones, ya que "la inmensa mayoría de los afectados por una tragedia se recuperan de manera natural con el paso del tiempo". Por todo ello, la conferenciante ha defendido la necesidad de aplicar también el enfoque de resiliencia a la hora tratar estas experiencias, ya que la resiliencia es la capacidad de una persona o grupo para seguir proyectándose en el futuro a pesar de acontecimientos desestabilizadores, de condiciones de vida difíciles y de traumas a veces graves. "La resiliencia es una realidad confirmada por el testimonio de muchísimas personas que, aún habiendo vivido una situación traumática, han conseguido encajarla y seguir desenvolviéndose y viviendo" ha afirmado.
Para finalizar, la psicóloga de la Universidad Complutense ha querido destacar la diferencia entre resiliencia y crecimiento postraumático, ya que este concepto va más allá y hace referencia a personas que, más allá del dolor, son capaces de sacar elementos positivos del proceso de lucha que iniciaron a partir de la vivencia de un suceso traumático.
