Podem-EUPV pide a PSPV y Compromis continuar con la vía de la negociación de las últimas reuniones del Acord de Fadrell
La confluencia entiende que se adelante al sábado la convocatoria de la Comisión de Seguimiento pero pide seguir las negociaciones en el último punto de partida que se acordó
Podem-EUPV pide “prudencia” y responsabilidad” a todos los actores del Acord de Fadrell de cara a la Comisión de Seguimiento convocada para este sábado e insta a retomar las negociaciones en la línea que se avanzó en las dos últimas reuniones, en la que los tres partidos mostraron su voluntad de avanzar y recuperar el consenso en el seno del Gobierno.
“Entendemos que las últimas declaraciones han generado malestar y que la Comisión de Seguimiento se adelante del martes al sábado para resolver cuanto antes la crisis; pensamos que los términos de la negociación han de continuar en la línea que se abordó en las dos reuniones celebradas de la Comisión de Seguimiento del Acord de Fadrell. Nos comprometimos a estudiar una nueva propuesta intermedia que debe ser el punto de partida en la reunión de este sábado”, explica el secretario general de Podem, Fernando Navarro.
Afirma que el último encuentro sirvió para rebajar la tensión y acercar posturas y que este debe ser el camino a seguir. Podem-EUPV confía en que las divergencias se resuelvan “cuanto antes” y mantiene su oferta para llevar las riendas de la coordinación del Acord de Fadrell en los dos órganos que contempla el programa de gobierno: órgano de coordinación y la Comisión de Seguimiento.
Podem-EPV considera que PSOE y Compromís han de hacer un esfuerzo para regresar a la vía de diálogo y subraya que el “electorado progresista” “no entiende las diferencias” que se están registrando en la coalición de izquierdas.
La confluencia reitera que el Acord de Fadrell es la única coalición que garantiza las políticas de izquierdas y transformadoras que requiere Castelló, e insiste que en estos momentos hace falta, además, un gobierno progresista “fuerte y unido” para hacer frente a la embestida “de la derecha y la ultraderecha”. Añade que las “diferencias” que se pueden dar a nivel interno “son legítimas pero no pueden convertirse como armas arrojadizas para la derecha y ultraderecha”.
