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El paciente tipo de la Unidad de Daño Cerebral del Hospital de La Magdalena es hombre y de 46 años

  • La familia necesita soporte psicológico y social durante todo el proceso

  • Las secuelas cognitivas y conductuales dificultan la integración socio-laboral del paciente

El paciente atendido por la Unidad de Daño Cerebral del Hospital de La Magdalena es “en un 70’70% de los casos un hombre, con una media de edad de 46 años”, ha señalado Carmen Barceló, trabajadora social de ese centro sanitario, durante su intervención en la I Jornada de Daño Cerebral y Salud Mental, celebrada hoy en el salón de actos del Hospital General de Castelló.

Asimismo, Carmen Barceló ha añadido que los casos de enfermedades de daño cerebral en mujeres, el 29’30% del total de pacientes, “ha experimentado un aumento con respecto a años anteriores debido sobre todo a la incorporación de la mujer al mercado laboral, lo que provoca una mayor exposición a factores como el estrés o una alimentación deficitaria”.

La causa del daño cerebral es en 62’25% de los casos un ictus (embolia), en el 24’40% de los casos un Traumatismo Cráneo-encefálico, y en el 13’35% restante el daño está ocasionado por otros motivos, como tumores cerebrales, etc.

Dependencia y necesidades
La trabajadora social, en su ponencia, titulada “Repercusión socio-laboral del daño cerebral”, ha mostrado los diferentes grados de dependencia y las necesidades de los pacientes con daño cerebral, quienes en más del 75% de los casos padecen secuelas cognitivas y conductuales que dificultan su integración social.

En el grado de dependencia del paciente con daño cerebral, pueden establecerse tres grandes grupos: los grandes dependientes, que suponen el 34% del total, los de dependencia moderada (el 42’60%) y los de dependencia leve (23’40%).

Por lo que se refiere a las necesidades de estos pacientes, los grandes dependientes deben contar con una atención sanitaria continuada, recursos sociales y soporte familiar para los cuidados de la vida diaria; los pacientes de dependencia moderada deben ser incluidos en programas de reinserción laboral y social continuados (logopedia, terapia ocupacional) y ser beneficiarios de recursos sociales; y los pacientes con dependencia leve deben realizar cursos de readaptación laboral para realizar trabajos que se adapten a su nueva situación (pasar de ser mecánico a ser telefonista…).

Asimismo, en todos los casos, la familia necesita un soporte psico-social, puesto que aparecen una serie de efectos como “la existencia de un cambio de rol –la mujer o la madre pasa a tomar íntegramente todas las decisiones-; a nivel psicológico se produce ansiedad, tristeza y sensación de duelo; se genera mucho estrés como consecuencia de la renuncia, en muchas ocasiones, de la mujer al trabajo, lo que supone una dedicación plena al marido y al resto de la familia y la pérdida de recursos económicos; y un aislamiento social, ocasionado por no querer ser una molestia o sobrecarga a otros familiares y amigos, lo que puede producir también desajustes en las relaciones de los miembros de la unidad familiar y soledad”, explica Carmen Barceló.

Por último, se hace necesario un informe de salud integral que contenga todas las enfermedades y descripción de las secuelas para facilitar la consecución de recursos socio-sanitarios.

Ponencias
La I Jornada de Daño Cerebral y Salud Mental, organizada por la Unidad de Daño Cerebral del Hospital de La Magdalena y la Unidad de Psiquiatría del Hospital General de Castelló, ha contado además con la participación de la doctora Rosario Beseler, médico rehabilitadora del Hospital de La Magdalena, quien ha realizado una Introducción al Daño Cerebral y se ha referido a la labor realizada al respecto en su centro sanitario, y la doctora Gloria Saavedra, neuropsicóloga de la Unidad de Daño Cerebral del Hospital de La Magdalena, quien ha tratado la evaluación y rehabilitación de las alteraciones cognitivas en estos pacientes.

Asimismo, otras ponencias realizadas han sido “Manejo de las alteraciones conductuales: contingencias y contextos” (doctor Igor Bombín, neuropsicólogo y director clínico de Integra); “Abordaje familiar desde la neuro-rehabilitación” (Joan Ferri, neuropsicólogo y director clínico del Servicio de Daño Cerebral de los Hospitales Nisa); “Tratamiento farmacológico y contribución desde las Unidades de Salud Mental” (doctor Ignacio Quemada, psiquiatra y coordinador de la Red Menni de Daño Cerebral); “Intervención en la cronicidad” (Dolors Safont, neuropsicóloga de la Fundación Ateneo).

 

 

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