El PSPV cree lamentable que las obras del antiguo Hospital Gran Vía de Castellón estén acabadas y no se quiera abrir las instalaciones

La concejala socialista Inmaculada Enguídanos califica de “lamentable” que las obras de remodelación del antiguo Hospital Gran Vía de Castellón estén acabadas, como han declarado portavoces de organizaciones asistenciales, pero no abrirá sus puertas hasta el mes de septiembre. “El Partido Popular hace electoralismo con una infraestructura reclamada por los colectivos de la dependencia y que debería entrar en servicio de inmediato”, afirma.

“Los populares deberían explicar si es cierto que las obras han concluido, como ha referido el dirigente de una asociación y, por tanto, si se está retrasando de forma intencionada la apertura para inaugurar el centro en la precampaña electoral autonómica y municipal”, señala Enguídanos.

La Conselleria de Bienestar Social pospone hasta el último trimestre de 2010 la apertura del hospital Gran Vía de Castellón, a pesar de que debería estar en marcha desde el verano pasado. La concejala de Servicios a la Ciudadanía, Carmen Amorós, ha confirmado hoy que las obras han concluido y que no será hasta septiembre u octubre cuando se termine de completar el mobiliario del centro.

Enguídanos apremia a Bienestar Social a agilizar los plazos y a abrir el centro. La inauguración del centro ha sido anunciada en diversas ocasiones, la primera de ellas en 2007. “La Generalitat y el Ayuntamiento tienen que demostrar que pueden agilizar los procesos administrativos necesarios para dotar el mobiliario que exige el centro”, añade. La concejala socialista mantiene que “el PP pretende seguir engañando a la ciudadanía y alargar los trámites para poner el edificio en marcha cerca de las elecciones”.

El antiguo hospital tendrá 262 plazas residenciales y de centro de día para colectivos relacionados con la dependencia, como enfermos de Alzheimer, enfermos mentales o daño cerebral. Las obras del antiguo hospital Gran Vía se iniciaron hace más de cuatro años, pese a ser una promesa electoral del entonces presidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana, en 2002. Sin embargo, el Gobierno valenciano fue incapaz de firmar un convenio de financiación con el Gobierno central, ni con Aznar en el poder, ni luego con Rodríguez Zapatero, lo que ha obligado a asumir el coste de las obras entre Generalitat, Diputación y Ayuntamiento.