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La Guardia Civil desarticula un grupo que restauraba armas inutilizadas a su estado operativo para comercializarlas ilegalmente

  • El 90 % de las armas que comercializaban ilegalmente eran modernas

  • Se han practicado 5 registros en dos armerías y en tres domicilios

  • La operación se ha desarrollado en Barcelona, Castellón y La Rioja

La Guardia Civil ha desarrollado en los últimos días la fase de explotación de la denominada operación “HIERROS”, con la detención de cuatro personas y la imputación de una quinta, además de la intervención de 78 armas de fuego inutilizadas y diversa maquinaria útil para su reconstrucción como armas operativas.

Las investigaciones de la Guardia Civil se centraron en un grupo de personas que se podrían estar dedicando a la obtención de armas inutilizadas, para posteriormente restaurarlas con la maquinaria idónea a su antiguo estado operativo.

Una vez que las armas habían sido modificadas permitiendo efectuar fuego real, eran comercializadas de forma ilegal.

La fase de explotación de la operación se materializó en las provincias de Barcelona, Castellón y La Rioja.

En Barcelona fueron detenidas dos personas, responsables de una armería; en Castellón se registraron tres domicilios y se procedió al desmantelamiento del taller donde se volvían a retornar las armas a su estado original.

EFECTOS INTERVENIDOS

En ese taller fueron intervenidos los siguientes efectos:

- Un torno/fresadora
- Un equipo de soldadura eléctrica
- Brocas, barras y tubos de acero de diferentes calibres para fabricar cañones
- Una pistola detonadora

Los responsables de la armería de Barcelona detenidos por la Guardia Civil adquirían legalmente armas cortas modernas que ulteriormente inutilizaban también de forma reglamentaria.

Una vez inutilizadas y con su certificado, eran vendidas a las dos personas detenidas en Castellón que las modificaban nuevamente para retornarlas a su estado operativo, es decir, pasaban a ser nuevamente armas de fuego, sirviéndose para ello de la maquinaria incautada por la Guardia Civil.

Una vez finalizado este proceso, las armas de fuego, ya ilegales, pasaban a ser vendidas en el mercado negro.

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