Carlos Bertomeu: «No debería influir el contexto económico del momento en las decisiones de largo plazo»

El Congreso Internacional de Transporte, organizado por el Instituto Interuniversitario de Derecho del Transporte de la Universitat Jaume I, ha clausurado hoy su sexta edición dedicada a la «Eficiencia del transporte como objetivo de la actuación de los poderes públicos: liberalización y responsabilidad».

El Magistrado de la Sala Primera del Tribunal Supremo, José Ramón Ferrándiz, ha sido el encargado de ofrecer la conferencia de clausura en la que ha abordado los contratos de compraventa y de construcción de buques. Así, ha explicado aspectos concretos sobre la regulación que viene dada por el Código de Comercio, el Código Civil y la Ley de Navegación.

En este sentido, ha hecho alusión a diversas problemáticas que se plantean en la adquisición o construcción de buques como, por ejemplo, a quién corresponde el bien cuando el dueño de la obra es quien aporta los materiales para la construcción o si los contratos de explotación que están ligados al buque continúan en funcionamiento después de la venta.

Por otra parte, Carlos Bertomeu, presidente ejecutivo de Air Nostrum, acompañado por Mª Victoria Petit, co-directora del congreso, ha hecho entrega del V Premio IDT a la mejor comunicación que en esta edición ha recaído en Silvia Meseguer Velasco por la comunicación «Religión y transporte público: entre pluralismo religioso y neutralidad del Estado». Además, también se ha otorgado una mención especial a Gabriel Doménech Pascual por el trabajo «El impacto de la economía colaborativa sobre la regulación del taxi».

A continuación, Bertomeu ha abordado en su intervención la aviación regional. En primer lugar, ha explicado que las infraestructuras, por definición, las tienen que hacer normalmente las autoridades porque son de uso común, son de beneficio no a corto plazo y recogen el esfuerzo colectivo de la ciudadanía. «Las infraestructuras se tendrían que hacer de la manera más eficiente pero no tendría que influir el contexto económico del momento en las decisiones de largo plazo sobre infraestructuras» ha afirmado.

En esta línea, ha apuntado que si se cerraran los aeropuertos regionales económicamente sería muy eficiente para el aeropuerto principal, que está conectado con las poblaciones con otras infraestructuras, por una mayor utilización de sus instalaciones y más flujo de pasajeros y operaciones para repartir los gastos pero «creo que no es justa la comparativa porque no se puede llevar este discurso tan sólo al parámetro económico y con competencia desleal».

Así mismo, ha puesto de relieve que «nadie se cuestiona la inversión en determinadas infraestructuras en otros modos de transporte pero sí en el aéreo. No estamos siendo justos con la competencia intermodal». Finalmente, ha destacado la importancia de desarrollar rutas subvencionadas como obligaciones de servicio público como se está haciendo en otros países europeos dado que las rutas regionales tienen un componente de accesibilidad para los habitantes del territorio.