Ballester: "Hay mil maneras de vivir la sexualidad y lo ideal sería que nadie tuviera que sentirse forzado a ponerse etiquetas"
El 16% de los chicos y chicas entre los 15 y 16 años todavía piensan que la homosexualidad es una enfermedad
«Hay mil maneras de vivir la sexualidad y lo ideal sería que nadie tuviera que sentirse forzado a ponerse etiquetas» ha afirmado el decano de la Facultat de Ciencias de la Salud y profesor de Psicología, Rafael Ballester, en el seminario «Prevención del bullying homofóbico», organizado por la Universitat Jaume I junto al Instituto Interuniversitario de Desarrollo Social y Paz, Tuyo Psicólogos del País Valencià y Educadiversa.
Ballester ha hecho un repaso histórico sobre los comportamientos homosexuales desde Mesopotamia hasta la actualidad pasando por Egipto, Roma, la Edad Media, el Renacimiento o la Inquisición con el objetivo de mostrar que han existido a lo largo de toda la historia y que la diversidad sexual es algo antiguo así como la homofobia.
Según ha explicado Ballester, aunque la diversidad sexual ha sido frecuente y ha existido desde siempre también ha producido extrañeza y por eso han surgido teorías que intentan explicarla: el «virus gay», diferencias en la estructura cerebral, alteraciones cromosomáticas o la influencia de los factores ambientales. «No hay una única causa que marque la orientación sexual de una persona y no deberíamos centrar tanto nuestros esfuerzos en encontrar la causa de la homosexualidad sino de la homofobia» ha señalado.
En este sentido, el profesor destacó que «se nos ha intentado inundar con todo tipo de prejuicios sobre la homosexualidad: son enfermos, pecadores, artistas, más sensibles, más liberales, etc. y se ha calificado en muchas ocasiones de antinatural. Hay 1.500 especies animales con comportamientos bisexuales y homosexuales por lo que es difícil afirmar qué es natural. Además, es absurdo decir que la heterosexualidad es la conducta normal porque asegura la reproducción cuando la mayoría de las veces el sexo no tiene esa finalidad» ha apuntado.
Para finalizar, Ballester ha explicado que, desgraciadamente, la homofobia está muy extendida y desde una edad muy temprana. Un estudio revela que el 16% de los chicos y chicas entre los 15 y 16 años todavía piensan que es una enfermedad. «Deberíamos alegrarnos de que exista la diversidad sexual. Hay mil maneras de vivir la sexualidad y lo ideal sería que nadie tuviera que sentirse forzado a ponerse etiquetas», ha concluido.
