Calles critica que el PP gaste 18.000 euros en comidas en un mes

El portavoz del grupo socialista, Juan María Calles, cuestiona que el equipo de gobierno conservador de Castellón desoiga la llamada a la austeridad que exige la crisis económica al gastar 18.000 euros en comidas sólo en un mes. “El Plan Municipal contra la Crisis es una pantomima, un gesto mediático de cara a la galería, porque el despilfarro y el derroche siguen instalados en el subconsciente del alcalde y de los concejales del Partido Popular”, afirma.

Las facturas por comidas, recepciones, cócteles, vinos de honor, caterings, desayunos y refrescos consumidos en las últimas semanas han costado a las arcas públicas un total de 17.653 euros, según los cálculos que el PSPV ha elaborado a partir de la información contable a la que ha tenido acceso. Calles señala que este nivel de gasto en protocolo ha sido habitual a lo largo de todo el año.

“Alberto Fabra parece que no concibe un acto político que no concluya con una comilona”, ironiza Calles. A su modo de ver, “estos gastos no debe verse como una simple anécdota ni justificarse como representación institucional, porque la mayor parte de las veces están encubriendo una voluntad clientelista, la compra de estómagos agradecidos”.

El líder socialista lamenta que el PP ignore las recomendaciones del Plan Municipal contra la Crisis que se aprobó en el pleno, con el respaldo del grupo socialista. “La oposición está demostrando más voluntad de racionalización del gasto público que el equipo de gobierno”, señala. “Fabra no entiende que el Ayuntamiento ha de ser el primer en dar ejemplo y el primero en tomar medidas para evitar los efectos traumáticos de la crisis entre los ciudadanos”.

Entre los actos gastronómicos sufragados con fondos públicos, destaca una “cena para favorecer las relaciones con las asociaciones vecinales y las entidades integradas en el Consejo de Participación Ciudadana”, que se elevó a 4.860 euros, y el cóctel con motivo de la presentación del I Premio de Periodismo Castellón Intercultural, que costó 1.688 euros. Una cantidad superior a la del propio premio, que estaba dotado con 1.000 euros para el ganador.

El desayuno de una marcha a pie costó 1.337 euros, una comida del Consejo Municipal de Cultural, 1.450 y la recepción de un simposio de ingenieros, 1.395 euros. También se han pagado diversos ágapes para la clausura de talleres de empleo, reuniones con cargos de la Generalitat e inauguración de exposiciones, entre otros. En total, se han pagado más de 20 facturas por servicios relacionados con “acontecimientos gastronómicos”.

Como ejemplo de “dispendio”del gobierno popular, Calles recuerda el “atracón” que el vicealcalde, Javier Moliner, se pegó en un restaurante de carretera en un pueblo de Cuenca. “Sólo o en compañía de otro”, comenta con sorna el portavoz socialista. Moliner asegura haber invitado a “tres o cuatro”expertos en movilidad, pero se ha negado a ofrecer sus nombres. La comida tuvo lugar en Villarrubio, aunque las jornadas técnicas a las que asistió Moliner fueron en Madrid.