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Del Líbano propugna un cambio de mentalidad, centrándose en las fortalezas y no sólo en las debilidades, para alcanzar el bienestar

    Creer en uno mismo, expresar los sentimientos, reconocer las emociones y no centrarse sólo en las debilidades, sino también en las fortalezas son algunas de las recomendaciones que el doctor Mario del Líbano ha propuesto para vivir en bienestar y sentirse bien con uno mismo, porque “estando dispuesto a ser feliz, en algún momento tendrás que serlo”, ha comentado durante el taller de desarrollo de las fortalezas que ha impartido en la tercera y última jornada del curso de verano “Positivízate: Desarrolla tu felicidad y fortalezas”.

    Del Líbano ha comenzado el taller con unos minutos de silencio que han servido después a los participantes para reconocer y analizar sus emociones, en una demostración de que una misma situación provoca diferentes sentimientos, pero que éstos son los que nos ayudan a percibir el entorno, regular los comportamientos de los demás y facilitar la interacción social.

    El psicólogo ha propuesto un cambio de mentalidad, influenciada por una sociedad que resalta lo negativo y se centra en las debilidades, en el que las personas se centren en las fortalezas y no sólo en las debilidades. Para conocer nuestras fortalezas bastaría con hacerse varias preguntas como qué cosas hacemos con naturalidad; qué cosas nos gusta hacer y haríamos gratis; qué cosas nos reconocen los demás que hacemos bien; o qué cosas nos inspiran y la gente opina que con ellas nos ganaríamos la vida.

    La autoeficacia sería una de las cualidades o fortalezas que nos permitirían afrontar las situaciones con una visión más positiva. Definida por Albert Bandura como "la creencia en la propia capacidad para organizar y ejecutar las acciones requeridas para manejar las situaciones futuras" se caracteriza por un compromiso ante los retos que se nos presentan; un mayor esfuerzo ante los fracasos o la creencia de que los fracasos son debidos a un esfuerzo insuficiente por nuestra parte y no a causas externas.

    La inteligencia emocional o “la habilidad de las personas para percibir, usar, comprender y manejar las emociones” sería otra de las capacidades o fortalezas que sería necesario potenciar, “ello nos permitiría dirigir y manejar de forma eficaz todo tipo de emociones” ha comentado el professor y miembro del equipo WoNT Prevención Psicosocial de la UJI, quien ha explicado que para regular las emociones, primero hay que aprender a percibirlas y comprenderlas y para ello hay que esforzarse.

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