Multitudinaria exposición de Jorge Ortiz en Pictograma
Artistas, músicos y amigos del pintor llenan la sala
La sala d’art Pictograma de Castellón (plaza Muralla Liberal, 1) celebró anoche una multitudinaria inauguración dedicada a la obra del pintor Jorge Ortiz. Artistas plásticos, músicos e infinidad de amigos se dieron cita en un homenaje que el artista cubano afincado en Castellón ha querido dedicar a la familia Babiloni (la pianista Elvira y el guitarrista Manuel) por su dedicación a la música. La exposición ‘Homenatge’ podrá visitarse hasta el 5 de mayo en horario de lunes a viernes de 11.30 a 13.30 y de 18.30 a 21.00 horas. Los sábados solo mañana.
Jorge Ortiz nació en la ciudad de Santiago de Cuba, en el seno de una familia de artistas plásticos. Sus primeras lecciones las recibe directamente de su padre y, más tarde, cursa los estudios de Bellas Artes en la Escuela de Artes J.J. Tejada y la Escuela de Artes de San Alejandro en su país natal. En 1997 cruza el charco para fijar su residencia en Castellón de La Plana, donde continúa desarrollando su labor artística. De su tierra se ha traído ese color fuerte y vivo del Caribe que imprime en todos sus trabajos. Profundo admirador de la figura y el cuerpo humano, Ortiz bebe directamente de las vanguardias del Cubismo y su máximo exponente, Picasso, y del Surrealismo para fragmentar la forma en distintos planos de profundidad. De fuerte temperamento, gusto por la angulosidad y una tonalidad cromática muy marcada, Ortiz transmite esa vivacidad que atrapa.
El asunto musical es un tema recurrente en la trayectoria de Ortiz. Aunque trabaja muchas temáticas gran parte de su repertorio se inspira en la religión afro-cubana. De hecho, Ortiz obtuvo el primer premio en el certamen de pintura ‘Una mirada Latinoamericana’ del Mulabe celebrado en Benicàssim en el año 2000. Para Pictograma en cambio hay una motivación muy clara. “He pretendido pretendido hacer un humilde homenaje a todos los que con sus manos, a los que con su afán e incansable andadura nos muestran el camino de vivir en un sueño… y soñarlo, en especial a la familia Babiloni de la que me siento orgulloso de pertenecer”, reconoce el pintor.
