La II Cumbre Jóvenes por la Paz reivindica el papel de la educación en la lucha contra la explotación infantil
La generalización de la educación infantil en países en vías de desarrollo se reivindica como una de principales necesidades para luchar contra la trata de menores en la segunda Cumbre Jóvenes por la Paz celebrada el pasado 20 y 21 de octubre en la Universidad Jaume I de Castellón.
Veinte especialistas en derechos humanos han debatido sobre la situación actual de la violación de los derechos de la infancia, y sobre la necesidad de involucrarse en la promoción y consecución de una justicia internacional. La explotación sexual y laboral, así como el uso de niños y niñas soldado fueron los principales temas en los cuales se articularon las conferencias y talleres.
La cumbre, organizada por Tierra de Hombres, ONG en defensa de los derechos de la infancia, contó con la asistencia de más de un centenar de jóvenes universitarios que mostraron su apoyo a los colectivos e instituciones que luchan diariamente porque se cumplan los derechos de los niños en países en vías de desarrollo.
Irene Comins, directora del Máster Internacional en Estudios de Paz, Conflictos y Desarrollo de la Universidad Jaume I, fue la encargada de inaugurar estas jornadas. Irene quiso poner de relieve que la trata infantil es una forma de esclavitud que debe ser abolida con carácter de urgencia.
Una de las ponencias más interesantes fue la impartida por Quelis Rodríguez, Coordinadora del proyecto “Lucha contra la explotación sexual” de Tierra de Hombres en Colombia. Quelis destacó que en Colombia es habitual ver a niños prostituyéndose en las calles por un dólar. La ONG asumió la defensa de un menor de 15 años que murió por sobredosis, siendo esta la primera condena por abuso sexual en Colombia. La investigación destapó una red de más de una veintena de abusos sexuales por parte de un ciudadano italiano asentado en Colombia.
Por su parte Diana Liceth Palacios, investigadora social en Colombia, mencionó que la situación de pobreza en la que viven muchos niños y adolescentes en el mundo les hace padecer una situación de vulnerabilidad que les induce a formar parte de grupos armados y redes de explotación. Así destacó que sólo en Colombia se contabilizan 25.000 niños y niñas soldados.
