Sabater insta a la Academia de San Carlos y a la Politécnica a reforzar la petición de que el Parque Ribalta sea declarado Jardín Histórico

La concejala Isabel Sabater, del grupo municipal socialista de Castellón, insta a la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos y a la Universitat Politècnica de València a posicionarse sobre la conveniencia de que el parque Ribalta sea declarado jardín histórico por la Generalitat. Ambas instituciones están elaborando dictámenes, a propuesta de partidos políticos y entidades ciudadanas, para determinar el impacto que el paso del bus guiado tendrá sobre el parque.

“Los organismos que tienen competencia y responsabilidad en materia de conservación del patrimonio cultural deben fijar sus puntos de vista sobre los beneficios que se conseguirán con esta declaración”, explica Sabater. La edil socialista defendió en el último pleno la necesidad de complementar la protección del Ribalta con la figura legal de jardín histórico. El PP la rechazó, lo que ha llevado al PSPV a impulsar iniciar la petición por su cuenta.

El parque Ribalta fue declarado conjunto histórico-artístico por el Ministerio de Cultura en 1981. La declaración se aprobó de acuerdo a la legislación existente entonces, en concreto la ley de 1933. Posteriormente la legislación estatal, en concreto la Ley del Patrimonio Histórico Español, y la autonómica, la Ley del Patrimonio Cultural Valenciano, han ampliado las medidas protectoras, así como las figuras legales para su protección.

El Consell Valencià de Cultura, organismo consultivo de la Generalitat Valenciana, en su informe sobre el parque emitido a instancias del grupo municipal socialista, consideró que el Ribalta es un jardín romántico incluido en un conjunto histórico artístico y abogaba por la denominación de jardín histórico como más ajustada a la realidad de este espacio. El grupo socialista de Castellón pedirá al CVC que se adhiera a la petición de declara el parque como jardín histórico.

La Ley del Patrimonio Cultural Valenciano estipula que cualquier intervención en un monumento o jardín histórico declarado de interés cultural deberá ir encaminada a la preservación y al acrecentamiento de los intereses patrimoniales que determinaron este reconocimiento. De forma parecida al espíritu de la Ley del Patrimonio Histórico Español, que en su artículo 23, sólo permite transformaciones en un conjunto histórico si estas mejoran las relaciones con su entorno, y siempre a través de un Plan Especial de Protección, del que ahora carece el Ribalta, “por voluntad maliciosa del Partido Popular”.