Amparo Marco lamenta que el futuro alcalde inicie su andadura con el rechazo a reivindicar inversiones a Alberto Fabra

Los socialistas de Castellón mantendrán el tono reivindicativo con la Generalitat. El grupo municipal en el Ayuntamiento de la capital se reunió ayer con responsables de la ejecutiva local de Castellón para abordar la estrategia política ante los cambios institucionales acaecidos en la última semana en el Ayuntamiento y la Generalitat a raíz de la dimisión de Francisco Camps. “Castellón está por encima de los partidos y de los representantes políticos y ya no podemos esperar más falsas promesas. Es la hora de las realidades”, añade.

“Alberto Fabra debe demostrar su castellonerismo con hechos y no con palabras”. “Los castellonenses podremos estar satisfechos de tener un president de Castellón cuando cumpla con los compromisos presupuestarios que la Generalitat ha contraído con Castellón en los últimos dieciséis años”, afirma Marco. “Hasta entonces mantendremos una actitud de reivindicación permanente, dentro de las reglas de juego y del respeto institucional”.

El cumplimiento de las promesas, sin embargo, está lejos de producirse, después de que el llamado a suceder a Fabra en la alcaldía, el número cinco de la candidatura del Partido Popular, Alfonso Bataller, haya vetado hoy en la Junta de Portavoces una declaración institucional del grupo socialista en la que se exigía al nuevo presidente de la Generalitat un compromiso con los proyectos históricos de Castellón. “La marginación permanente de Castellón de las inversiones autonómica debe acabar ya”, ha referido Marco.

“Lo que pretendíamos los socialistas es que el nuevo presidente del Consell demostrara una sensibilidad política especial con Castellón, la ciudad en la que ha sido concejal en los últimos 20 años, y fijara un calendario de ejecución de los proyectos estratégicos que han de contribuir al desarrollo económico y social de la ciudad”, destaca. La declaración ha sido rechazada por el PP, aunque también por el Bloc y Esquerra Unida.

Marco mantiene que el PP debe cumplir las promesas con las que se presentó ante la ciudadanía o rechazarlas definitivamente. “Está claro que hay proyectos que no son las que plantearía un gobierno socialista, pero la Generalitat y el Ayuntamiento tienen la mayoría en las instituciones y deben asumir sus compromisos o renunciar a ellos definitivamente y derivar las inversiones a otras urgencias, que es lo desde hace muchos años estamos planteando desde el PSPV. Lo que no es de recibo es mantener unos proyectos fantasma que no tienen plazos de ejecución ni presupuesto”, dice.

El 14 de enero de 2010 los entonces alcalde de Castellón y presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, y Francisco Camps, respectivamente, mantuvieron una reunión de trabajo tras la que se anunció una inversión extrapresupuestaria en Castellón de 400 millones de euros. Sin embargo, el compromiso inversor no se ha llegado a concretar ni ejecutar en el transcurso de los 18 meses transcurridos desde aquella fecha. Entre los proyectos comprometidos se incluía la construcción del nuevo colegio de Infantil y Primaria de Benadressa, el centro de salud en el Raval Universitari y la remodelación de otras infraestructuras sanitarias y educativas, así como la conclusión de la línea 1 del Tram, tanto en la conexión UJI-Grau como en el bucle de retorno y la definición de las líneas que unirá Castellón con Almassora, Vila-real y Burriana, y con Benicàssim.

También se incluían proyectos emblemáticos destinados a transformar la imagen de la ciudad, como el Centre de Convencions que debe diseñar el arquitecto Santiago Calatrava, un edificio para el rectorado de la VIU cuyo diseño fue encargado al arquitecto Frank Gerhy, la reforma de la Fábrica Dávalos tras ser adquirida por el Ayuntamiento, y la Ciudad de las Lenguas. “Si Fabra los piensa impulsar, que lo diga, y si no lo va a hacer, que destine el presupuesto a proyectos que generen empleo y dinamicen la economía productiva”, afirma.