El General de Castelló repara por primera vez, mediante endoprótesis, un aneurisma roto
Esta acción mejora la supervivencia de los pacientes que sufren esta patología
Supone una importante mejora en la Cirugía Vascular de la provincia de Castellón
El aneurisma de aorta abdominal es una patología que afecta a la pared arterial, haciendo que se dilate y crezca progresivamente, lo que provoca un elevado riesgo de rotura. Es justamente en ese caso cuando se aplica la técnica puesta en marcha en el Hospital General de Castelló.
La principal ventaja de esta técnica endovascular es que implica una “menor agresividad” en el procedimiento, según el jefe del servicio, Salvador Martínez, lo que “disminuye el riesgo durante la intervención en tiempo y sangrado y por tanto aumenta la posibilidad de éxito del tratamiento”, lo que supone una amplia mejora de la supervivencia, casi el doble.
El inicio del tratamiento endovascular urgente para los aneurismas rotos es “un paso adelante en el desarrollo de la cirugía vascular de Castellón”, que implementa una técnica que permitirá mejorar la calidad de atención recibida por los ciudadanos de la provincia.
El doctor Martínez Meléndez se muestra “muy satisfecho” con los buenos resultados conseguidos en el tratamiento de aneurismas programados tanto de forma quirúrgica como endovascular.
El Servicio de Angiología y Cirugía Vascular del Hospital General de Castelló, que fue puesto en marcha hace más de dos años con profesionales provenientes de otros hospitales, está encargado del tratamiento urgente de esta patología, algo que lleva a cabo con la implantación de la endoprótesis de un aneurisma aortoilíaco roto.
La puesta en marcha de este tratamiento permite reducir los tiempos de espera y los traslados de los pacientes aquejados y mejorar la calidad en la atención sanitaria.
Aneurisma de aorta
El tabaquismo, la hipertensión y el colesterol son los factores de riesgo más importantes asociados al desarrollo del aneurisma de aorta abdominal.
El tamaño normal de la aorta oscila entre 1,5 y 2,5 centímetros (cm) según la edad y el sexo. Se considera que la aorta tiene un aneurisma cuando es mayor de 3 cm de diámetro. Durante su crecimiento no produce ningún síntoma y debido a esto en la mayoría de las ocasiones el diagnóstico es por un hallazgo casual.
Según los protocolos internacionales no se considera su tratamiento quirúrgico hasta que alcanza los 5,5 cm de calibre máximo. Es a partir de ese tamaño, cuando el riesgo de ruptura empieza a crecer de forma importante.
“El problema más importante es cuando nos encontramos con un paciente al que no se ha diagnosticado el aneurisma y este se rompe”, asegura Martínez Meléndez. “Es una situación muy grave y que supone el fallecimiento del paciente en más del 50% de las ocasiones”.
Cuando un aneurisma roto llega al servicio de urgencias se hace necesario el tratamiento inminente. El tratamiento habitual es la cirugía abierta controlando la aorta y sustituyendo la arteria enferma por una prótesis sintética.
Sin embargo en ocasiones concretas, es posible un tratamiento novedoso, el endovascular. En este caso se introduce desde las ingles a través de las arterias femorales, una prótesis que excluye y resuelve el aneurisma.
