Frater reclama un desarrollo rural inclusivo para frenar el aislamiento y el abandono de las localidades menos pobladas
Más de un millón de personas con discapacidad residen en áreas y zonas rurales en España. Y sus índices de exclusión social, carencia de apoyos y recursos adecuados son mucho mayores que los de la población urbana con discapacidad, según los estudios realizados por CERMI. Con motivo del Día de Internacional y Europeo de Personas con Discapacidad -que se celebra hoy-, Frater quiere poner de manifiesto la vulnerabilidad de estas personas ante una "presión constante y creciente para abandonar el medio rural". Una situación que se acentúa por cuestiones de género.
Desde hace años Frater Castelló se une a la celebración de este acontecimiento junto a otras entidades de la provincia para visibilizar la realidad como colectivo de personas con discapacidad y mostrar a las instituciones públicas y a la sociedad que lo conseguido estas últimas décadas ha sido fruto de largos años de reivindicaciones. "Somos conscientes de que aún queda mucho por hacer y por eso nos unimos este día al manifiesto publicado por el CERMI exigiendo que se continúe articulando políticas en la línea de conseguir tener las mismas posibilidades todas las personas que tienen una discapacidad sin discriminación por su identidad de género ni por el lugar en que viven", explica Miguel Ángel Sánchez (Presidente de Frater Castelló). La falta de accesibilidad, empleo, de inclusión laboral y de servicios han impulsado a muchas familias a abandonar su hábitat natural, a dejar atrás sus pueblos e ir a vivir a las ciudades "y no por libre elección sino porque en la ciudad tendrían más fácil poder acceder a recursos y accesibilidad que en el medio rural", añade.
La búsqueda de nuevos yacimientos de empleo en el mundo rural, incluido el emprendimiento y la economía verde; favorecer la interacción entre el tejido asociativo de la discapacidad y las instituciones, y la puesta en marcha de fórmulas de gobernanza y colaboración innovadoras entre diferentes agentes participantes en el desarrollo rural son puntos esenciales para favorecer la inclusión de las personas con discapacidad y sus familias.
"Es una realidad que las zonas y pueblos rurales se están despoblando aceleradamente, aunque se han ido eliminando barreras arquitectónicas haciéndolos más accesibles, sigue siendo una barrera infranqueable la falta de accesibilidad en el transporte público adaptado, lo cual dificulta la participación de las personas con discapacidad que, si bien las nuevas tecnologías, internet y las redes sociales son un cauce de comunicación muy importante, no se puede sustituir con el contacto humano", explica Miguel Ángel Sánchez.
Ley de Accesibilidad, sin avances
El próximo 4 de diciembre se cumple el año del fin de la moratoria de la Ley de Accesibilidad Universal y "no se han visto avances en el cumplimiento de la misma", por ello desde Frater Castellón se exige que se cumpla la Ley de Accesibilidad Universal en toda su amplitud. "El ámbito sobre el que más denuncias se siguen haciendo es de la accesibilidad universal y pese a que el 4 de diciembre de 2017 concluyó el plazo legal que se dio España en 2003 para que todos los bienes, entornos y servicios de interés fueran plenamente accesibles, algo que claramente se ha incumplido y que supone un fracaso como sociedad", Miguel Ángel Sánchez.
Por último, se reclama también el uso de un vocabulario incluso en el que la denominación de personas con discapacidad prevalezca sobre otras terminologías que "sólo pretenden ocultar o maquillar la realidad".
La Fraternidad Cristiana de Personas con Discapacidad de Castellón (Frater) ofrece servicios de atención integral a personas con discapacidad en el Centro Maset de Frater y cuenta con sedes en Castellón y La Vall.
