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Calles afirma que Alberto Fabra fue cómplice de Aznar cuando el PP se opuso al Corredor Mediterráneo en 2003

  • El portavoz socialista y candidato a la alcaldía destaca el respaldo del PSOE a la infraestructura y resalta que ayudará al relanzamiento de la economía de Castellón

El portavoz socialista en el Ayuntamiento de Castellón y candidato a la alcaldía, Juan María Calles, reprocha al alcalde, Alberto Fabra, que “utilice el Corredor Mediterráneo como argumento electoral cuando fue cómplice de las decisiones del Gobierno de Aznar, en 2003, al oponerse a considerar prioritaria la infraestructura en la red transeuropea de transportes”. “Fabra no tiene vergüenza política. No la tiene ahora ni la tuvo hace ocho años”, señala.
“Alberto Fabra debería aprovechar su comparecencia en el Parlamento europeo para pedir perdón a los ciudadanos por primar los intereses del PP a los de Castellón. Si Fabra hubiera tenido la misma convicción en 2003, ahora no tendríamos que reclamar la infraestructura, porque estaría aprobada, proyectada, construida y puesta en servicio”, afirma Calles.

El dirigente socialista recuerda que fue el entonces ministro de Fomento, Francisco Álvarez-Cascos, el que truncó en 2002 las expectativas del Corredor Mediterráneo, confirmadas un año después por la vicepresidenta de la Comisión Euorpea y comisaria de Transportes, Loyola de Palacio. “Ni una sola vez se oyó la voz crítica de Alberto Fabra para reclamar lo que tan encarecidamente exige ahora”. “Ahí se ve el poco talante y el menos talento del alcalde de Castellón”.

“Los socialistas hemos mantenido una posición clara de defensa del Corredor Mediterráneo. Es una infraestructura ferroviaria enormemente competitiva, que ayudará al relanzamiento de la economía productiva de Castellón”, advierte. Las proyecciones del Gobierno señalan que la consideración del corredor mediterráneo como infraestructura prioritaria supondría una inversión de 25.000 millones de euros en diversas etapas.

“Las prioridades de Castellón son las mismas ahora que en 2003, pero la hipocresía del PP es mayor cada año que pasa. Alberto Fabra es un político que está utilizando la alcaldía como plataforma para abrir una nueva etapa en la política, cuando la Justicia meta mano a su amiguito del alma, el presidente de la Generalitat, por sus amistades peligrosas con los Correa, Bigotes y compañía. Ni Castellón ni el Ayuntamiento le interesan ya”, concluye.

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