Belenguer afirma que las nuevas terapias biológicas son más eficaces en el tratamiento de la Esclerosis Múltiple aunque tienen más efectos secundarios
Antonio Belenguer, neurólogo del Hospital General de Castellón, ha abordado hoy los tratamientos de la Esclerosis Múltiple (EM) en la conferencia que ha ofrecido en el curso de verano de la Universitat Jaume I “Esclerosis múltiple: cómo se debe abordar y actuar desde una perspectiva interdisciplinaria”. Belenguer ha destacado la importancia del tratamiento precoz en la EM ya que disminuye de forma importante la probabilidad de tener un segundo brote de la enfermedad.
El neurólogo ha iniciado su intervención explicando que “las terapias existentes hasta ahora eran sólo parcialmente efectivas, por lo que necesitábamos algo más: fármacos eficaces, seguros (sin efectos secundarios importantes), selectivos (que actúen sólo sobre las causas de la enfermedad), a ser posible orales (para no alterar la calidad de vida del paciente) y que si tienen efectos secundarios sean reversibles”. Belenguer ha explicado que buscando esta nueva generación de medicamentos se han realizado diferentes estudios que han concluido con la salida al mercado de nuevos fármacos. El especialista, que ha centrado su intervención en las drogas que pueden modificar el curso de la enfermedad, ha analizado, más detalladamente, dos de las nuevas terapias biológicas: los agentes orales (Fingolimod, Dimetil Fumarato, Laquinimod y Teriflunomida); y los anticuerpos monoclonales (Natalizumab, Daclizumab, Alemtuzumab y Ocrelizumab), “mucho más eficaces que los anteriores pero con más efectos secundarios”.
Como conclusión, Antonio Belenguer ha explicado que existen varias moléculas biológicas efectivas con claros beneficios: mejoría en control de la enfermedad, mayor adherencia al fármaco y una eficacia mucho mayor; pero también con ciertos riesgos por los efectos secundarios y la elevación del gasto farmacéutico. Así mismo, ha indicado los grandes retos pendientes en el tratamiento de la enfermedad: hallar tratamiento para las fases más progresivas y la fase neurodegenerativa de la EM, tratamientos neuroreparadores, y marcadores biológicos de actividad “para que los pacientes no deban llevar tratamiento de por vida y sólo deban tratarse cuando haya inflamación para evitar efectos secundarios e infecciones”.