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El Amics no se cansa de ganar y le coge coge gusto al liderato

    Era una fecha extraña, en medio de las fiestas navideñas, hacía frío, en horario diferente y ante un rival engañoso cuya clasificación en la tabla no refleja todo su potencial; y para colmo con unos árbitros que parecía que la tenían tomada con los castellonenses. Pero a este Amics parece que no le para nadie y sumó una nueva victoria (la duodécima en total y nada menos que la undécima consecutiva) que le permite seguir siendo líder en solitario, el pasaporte para la disputa de la Copa Adecco Plata y, sobre todo, continuar soñando e incrementar la ilusión de sus aficionados.

    Los locales empezaron con confianza, con un acierto en el tiro exterior que en otras ocasiones ha tardado en llegar, gracias sobre todo a un Cabot que anotaba desde cualquier posición. Sin embargo, en el conjunto visitante su ala-pívot McKeith metía todo lo que tocaba y se llegó a un 15-15 en el marcador que derivó en un tiempo muerto solicitado por Toni Ten. No cambiaron mucho las cosas y los de La Plana no se mostraban tan sólidos como de costumbre en tareas defensivas, con lo que se llegó con unos inusuales 25 puntos en contra al término del primer cuarto. Por suerte, en ataque se encontraban diferentes vías y la situación no era excesivamente preocupante (27-25).

    En el siguiente periodo, el perímetro castellonense dio lo mejor de sí y cuatro triples casi seguidos (dos de ellos de un gran Cabot y otros tantos de un Manu Rodríguez también en estado de gracia) permitieron abrir brecha en el marcador (41-29, min. 15). Eso sí, el combinado anfitrión ya estaba en el alto tono defensivo que nos tiene acostumbrados y con esta dinámica fue desarrollándose el choque hasta el 51-37 con el que se llegó al descanso. La diferencia estuvo en los lanzamientos desde más allá de 6,75, ya que el Amics hizo una serie de 7 de 8, mientras que los mallorquines un pobre 1 de 11.

    En la reanudación, el Opentach Bàsquet Pla puso sobre la pista todo su arsenal en busca de la remontada junto a una defensa en zona. Además entró en acción el revulsivo Sergio Rodríguez, quien con 8 puntos seguidos recortó la diferencia hasta un inquietante 55-48. Los de Toni Ten intentaron cambiar la decoración imprimiendo más velocidad en sus transiciones y en la circulación del balón. No conseguía romper el partido, pero la ventaja era estable en torno a los 10 puntos.

    Con este panorama se llegó al último cuarto. A mediados del mismo, dos arreones en forma de contraataque supusieron el despegue casi definitivo hacia la victoria (80-62, min. 35). Los visitantes pelearon hasta el final, pero poco pudieron hacer ante un rival que encontró una facilidad anotadora como no había tenido en todo el choque. Así, el Amics se puso en rentas superiores a la veintena de puntos para certificar un triunfo que además estuvo endulzado con la presencia de los canteranos Rabassa, Voinea y Colomer en pista. Un final redondo para una trayectoria que parece imparable.

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