El camino hacia la nueva normalidad comienza a dibujarse entre la prudencia y las ganas de disfrutar

Volver a abrazar a familiares y amigos. Disfrutar de un almuerzo en alguna de terraza. Visitar algún comercio cercano. Pasear. Hacer deporte. En definitiva, recuperar las pequeñas cotidianidades del día a día. Todo ello es lo que ha llenado la jornada del lunes, de los 10 municipios de la Comunitat Valenciana en los que hoy ha comenzado la fase 1 de la desescalada.

Había ganas y se ha notado. Desde primera hora de la mañana muchos valencianos no han querido esperar más y han comenzado a llenar las terrazas de los bares de localidades como Gandía o Jávea. Saben que son afortunados por lo que las medidas de seguridad se cumplen a raja tabla.

También en Alcoi, Denia, Orihuela, Elda, Torrevieja, Requena, Vinaròs y Ontinyent, ha sido un día especial donde el buen tiempo ha contribuido a las ganas de disfrutar aunque sea con cautela.

Las cosas han cambiado. Ahora la prudencia pese más que las ganas por encontrar un hueco entre muchas mesas, y es que tal y como se estipula en la normativa impuesta por el Ministerio, estas han disminuido en número y por tanto también en clientes. Pese a ello, el tiempo ha acompañado en este primer día “de la nueva normalidad” y todos los que han tenido posibilidad se han animado a vivirla en primera persona.

Pero no solo de volver a saborear un café de bar o unas tostadas se ha llenado este 11 de mayo, también de reencuentros. Tras casi dos meses de aislamiento han sido muchas las familias que han vuelto a verse las caras más allá de una pantalla. Las videollamadas ayudan, pero no hay nada como poder sentir a alguien cerca de verdad.

Desde el punto de vista de los comerciantes la cautela ha sido doble. La responsabilidad por la salud de sus clientes, y también la de sus cuentas, ha hecho que muchos se pensarán si realmente salía rentable subir la persiana de nuevo. Pese a ello, quienes lo han hecho han notado como se les ha echado de menos.

Y es que ellos han tenido que adaptarse con rapidez a las nuevas exigencias. Se han amoldado en cuanto aforo, se han extremado las precauciones sanitarias e incluso algunos se han tenido que sumar a la fuerza a la digitalización, pues las tradicionales cartas han dicho adiós – al menos por el momento-.

Este ha sido el primer día de una nueva etapa durante la cual habrán muchos cambios y a la que todos tendremos que acostumbrarnos. Un primer día al que le seguirán, siempre y cuando se cumplan las normas, muchos más.