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Se buscan voluntarios en el colegio Gargasindi

Se buscan voluntarios en el colegio Gargasindi
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    Se buscan voluntarios en el colegio público de educación especial Gargasindi de Calp. El modelo que llevan aplicando sus profesores desde hace más de año y medio de actuaciones educativas de éxito, un sistema de educación inclusiva que reforma el sistema educativo y revoluciona las prácticas escolares en integración social, requiere de tiempo y ayuda. Sobre todo esto último. Más personas. Por ello, sus profesores tiran de voluntarios, unos 50 organizados en dos grupos de whatsapp, que se intentan coordinar tres veces a la semana para poder acudir al centro y colaborar en las prácticas organizadas y ya preparadas y pasar un rato con los alumnos. El Gargasindi cuenta con 57 matriculados. ¿Qué se pide?

    En la clase hay unos siete voluntarios para hacer la práctica. Cada uno va a una mesa con un grupo de alumnos sentados. En cada grupo hay una tarea asignada por un profesor. Se puede comentar el libro en la práctica de lectura, seguir un dibujo, los números, los colores... lo que haya indicado el profesor. Es una práctica minutada con un grupo. Luego, transcurrido el tiempo, se cambia de mesa. Después, al finalizar, uno se marcha. La clase prosigue allí su día. Eso es todo lo que se pide, un poco de tiempo. Aunque después se les pide que valoren con los profesores las prácticas para poder ajustarlas y mejorarlas, en caso de ser necesario. Quizá los voluntarios han encontrado alguna dificultad que puede ser limada.

    Este sistema busca el apoyo local, de la gente de la comunidad, que promueva la mejora escolar y el desarrollo de buenas prácticas en una escuela para todos. Luchar contra la exclusión. Integrarlos en la sociedad. Y lo están consiguiendo. Los alumnos se relacionan mejor, mejora su carácter, son más comunicativos, adquieren más confianza, mejoran las relaciones, sonríen más. Incluso, la relación con los familiares, que están más involucrados con el centro.

    El problema es que los profesores no son suficientes para poder cubrir todas las actividades que requieren todas estas nuevas prácticas que demuestran que son efectivas para la mejora de la conducta y las relaciones integradoras de los alumnos en la sociedad. Y piden ayuda a través del voluntariado. Hasta ahora, es la solidaridad la que sustenta este entramado de prácticas en lengua, matemáticas, sociales, lectura (están incluso leyendo este año la Odisea de Homero los más mayores en una de estas clases). Con este centro colaboran de intercambio alumnos del Instituto Ifach, alumnos del CEIP Gabriel Miró, voluntarios del Centro Cívico, entre otros. Aún así, se sigue pidiendo más ayuda.

     

     

     

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