Uno de cada siete coches de ocasión en España había sufrido un accidente o daños previos
La compraventa de coches puede ser una operación con cierto riesgo para el comprador si desconoce el historial del vehículo que desea adquirir
La crisis de los microchips, los problemas logísticos por la guerra de Ucrania y la inflación han provocado que el sector de la venta de vehículos nuevos en España se encuentre en horas bajas. Paralelamente, la compraventa de vehículos usados vive un avance gracias a que los consumidores optan por dar una segunda vida a los coches seminuevos, y hasta más antiguos. Sin embargo, es una operación con cierto riesgo para el comprador si desconoce el historial del vehículo que desea adquirir.
Con motivo del auge en la compra de vehículos de segunda mano, CARFAX, ha dado a conocer que, en 2021, uno de cada siete coches analizados por los usuarios de CARFAX, un 14 % del total, había sufrido antes accidentes o daños de algún tipo. En lo que llevamos de 2022, las cifras son muy similares. Según una encuesta realizada recientemente por la empresa a casi mil usuarios españoles, más de dos tercios, un 68 %, declinaría comprar un vehículo de ocasión que hubiera sufrido un siniestro previo, pero prácticamente el tercio restante sí que lo adquiriría si se demostrara que se reparó correctamente.
Además, un 5 % de los coches usados a la venta en España presentaron inconsistencias de kilometraje a ojos de los usuarios que podían indicar posibles manipulaciones para ganar en valor, una maniobra ilegal que puede ser denunciada ante las autoridades por la mala fe del vendedor. Al acceder a toda la información sobre su coche de interés antes de adquirirlo, pudieron librarse de este tipo de prácticas fraudulentas.
Otra estadística interesante es que uno de cada diez coches de segunda mano vendidos en España procede del mercado de importación, un negocio que gana adeptos por la escasez de coches nuevos en nuestras fronteras, pero que también demuestra que un buen historial sobre el estado del vehículo, como el que tienen los usuarios, resulta fundamental para atajar posibles prácticas fraudulentas, que buscarían ocultar el mal estado de un vehículo enviándolo a otro país.
La falta de información precisa a la hora de comprar un vehículo de ocasión, sobre todo entre particulares, es uno de los principales problemas de este tipo de negocio. Sin embargo, según los datos recopilados por la empresa en octubre de 2021 –los datos de lo que llevamos de 2022 muestran una tendencia similar–, el 75 % de los compradores accedieron a un informe sobre el estado del vehículo durante la semana anterior a su compra, mientras que solo un 10 % de los compradores esperó a acudir a dicho historial después de comprarlo, una acción que podría deberse a la necesidad de comprobar si se habría sufrido una estafa, al haber omitido el vendedor información importante sobre su kilometraje, los daños sufridos anteriormente u otros vicios ocultos.
