Solicitan una prórroga para las obras de la nueva red de pluviales del puerto, hasta el 31 de mayo de 2011, en previsión de cualquier eventualidad
En estos momentos están trabajando en la calle Les Barques y se están encontrando con todo tipo de servicios y tuberías del gas, agua, alcantarillado…, que están dificultando la obra, ya de por si compleja, por la presencia del agua a 1,3 metros.
Hasta el mes de septiembre, para eliminar las filtraciones de agua, se empleó un sistema de bombeo por generación de vacío, conocido en ingeniería civil como “wellpoint”, que es un método de control de descenso de agua subterránea, por debajo de las excavaciones a ejecutar. Esta opción consiste en la introducción de una serie de puntas filtrantes, a cuatro metros de profundidad, y a una distancia unas de otras de un metro, recogidas a nivel de la superficie en una tubería colectora, la cual se conecta a una bomba de aspiración que produce el achique.
Sin embargo, el sistema no resultaba del todo efectivo, y hubo que cambiar de método, y emplear “tablaestacas”. Se trata de otro elemento constructivo, apto para ser hincado en el terreno y unido a otros iguales, que permite formar barreras de hierro para contener el agua, ya sea durante el período de las obras o de forma permanente. La cuestión era poder avanzar, ya que el nivel freático, y la composición del terreno, en su mayoría arena, siguen complicando los trabajos.
Si exceptuamos la construcción de edificios, esta obra civil, de 2.763.552,91 euros, es una de las de mayor envergadura ejecutada en la localidad, y prácticamente absorben todo el Fondo Estatal para el Empleo y la Sostenibilidad Local (Plan E II).
El proyecto es consecuencia directa de los 436 litros por metro cuadrado que cayeron en Burriana el 29 de septiembre de 2009 y que provocaron una de las mayores inundaciones que se conocen en la ciudad, especialmente en la zona marítima.
La actuación comprende la instalación de cerca de un kilómetro de tuberías exclusivamente para aguas pluviales, en diámetros desde 60 centímetros hasta la gran canalización de 1,6 metros, que discurrirá en paralelo al Puerto y desembocará en el mar por l’Escullera de Ponent. Allí se está construyendo una cámara de bombeo con tres bombas de 60 kilovatios de potencia cada una, capaces de desalojar un caudal máximo de 3 metros cúbicos (3.000 litros) de agua por segundo. La red proyectada, bautizada como peine, por la similitud con este objeto, y calculada para períodos de retorno de 25 años, garantizará la seguridad y evitará retenciones de agua en caso de copiosas lluvias.
Las obras se completan con el desdoblamiento en algunos viales de la red de abastecimiento de agua potable –en los que todavía no contaban con este sistema-, y también con la próxima mejora y ampliación de la acera de la avenida Mediterrànea recayente al suelo propiedad de la autoridad portuaria.
