Los socialistas acusan al PP de maquillar los presupuestos y engañar a la ciudadanía
Tan solo hace unos meses el Ayuntamiento de Burriana hacía pública la liquidación de los presupuestos del año anterior, la cual daba un resultado de superavit de 1,2 millones de euros tras el cierre del ejercicio 2013.
"El PP se apresuró a afirmar que ello era fruto de la buena gestión económica de su gobierno, y que consolidaba un cambio de tendencia con respecto a anteriores liquidaciones de los presupuestos" explica Cristina Rius, edil Socialista de Economía.
"Joan Fuster, el responsable de Hacienda de los populares, anunció que esos 1,2 millones de remanente se destinarían concretamente a reducir los plazos de pago a proveedores, y en general a dotar de liquidez a las endeudadas arcas municipales."
"Nada más lejos de la realidad - continua la edil Socialista - y prueba de ello es que en el pasado Pleno Ordinario, se aprobó una modicación de crédito más, por la cual se procedía a abonar facturas y gastos pendientes de pago del presupuesto del año anterior a cargo de los citados 1,2 millones de euros"
"En pocas palabras - añade Cristina Rius - el superavit del año pasado es falso, pues si se hubiera pagado cuando tocaba la realidad sería muy distinta, y es que en tan solo cinco meses, el Señor Fuster ha liquidado casi 700.000 euros de los 1,2 millones, para hacer frente a compromisos presupuestarios del ejercicio anterior, y aún queda mucho año"
Rius afirma, "El PP ha maquillado los presupuestos del 2013 para ocultar una nefasta gestión y ha vendido humo, ni el superavit era real, ni este se ha destinado al pago a proveedores, ni mucho menos se destinará a inversiones como anunció. La realidad es que con el supuesto superavit se han pagado sobre todo facturas de la luz del año anterior y gastos de 2013 de la Concejalía de Fiestas que superaban con creces lo previamente presupuestado"
"Un año más el Señor Fuster insulta la inteligencia de los ciudadanos de Burriana - prosigue la edil Socialista - ya que ni hay buena gestión, ni hay tal superavit, ni los proveedores cobran en plazo legal, ni habrá inversiones. Lo que sigue existiendo es una deuda altísima producto de despilfarros anteriores, unos impuestos cada vez más elevados y una gestión económica salpicada de manipulaciones legales burdas más propias de la gran empresa que de una administración pública que se precie como tal "
