Un siglo después el Ayuntamiento va a cambiar la normativa que afecta al medio rural

Ciento dos años después, el Ayuntamiento de Burriana va a modificar la Ordenanza del Medio Rural del término municipal para adaptarla a circunstancias tan insólitas hace cien años, como abandonar un campo y dejarlo yermo. El pasado viernes el Ayuntamiento de Burriana aprobó el Concierto Previo, en el que según la información facilitada por el equipo de Gobierno el 39,07 % del término municipal queda como urbano o urbanizable, frente al 60,92 % que seguirá siendo rústico. No obstante existen terrenos urbanizables que tardarán años en urbanizarse con el inconveniente que supone el abandono de los campos para los terrenos que continúan en cultivo, teniendo en cuenta que su finalidad última va a ser residencial.

Según el borrador de las nuevas Ordenanzas que se someterán a probación en el próximo Pleno, Burriana es un municipio de eminente tradición agrícola, como lo demuestra que en la actualidad haya más de 30.000 hanegadas del término municipal dedicadas a uso agrario. La nueva regulación pretende positivar toda la norma consuetudinaria – usos y costumbres – del medio rural, recogidas en su mayoría en las antiguas Ordenanzas de la Comunidad de labradores de la ciudad de Burriana y su Sindicato de Policía Rural, que fueron aprobadas definitivamente por el Gobierno Civil de la Provincia en fecha 19 de noviembre de 1906.

Uno de los aspectos resaltables de la nueva Ordenanza es el régimen jurídico que se contiene en la legislación sobre suelo no urbanizable, relativo al deber de conservación del suelo.

Actualmente, expone la Ordenanza, se ha llegado a un punto en que se acepta con cierta normalidad la situación de no explotación, y ni siquiera de conservación de un terreno rural. En este sentido se apunta el deber tanto del propietario de finca rústica, como al de suelo urbano o urbanizable, de crear las condiciones para que no sean posibles estragos colectivos como la erosión del terreno, las inundaciones o incendios, así como proteger un bien de dimensiones colectivas o sociales como es la vegetación.

El artículo 12 de la nueva norma rural establece que “los propietarios de parcelas rústicas que por abandono del cultivo o tener solares abandonados colindantes con terrenos rústicos, que causen daños a las tierras cultivadas, bien por esparcimiento de semillas, de malas hierbas o por plagas procedentes de los terrenos abandonados, estarán obligados a limpiar dichos terrenos y a pagar los daños que hayan causado en parcelas cultivadas”.

Otra tarea que aborda la Ordenanza es la reglamentación de las condiciones de uso de los 49 caminos rurales municipales, entendidos como bienes de dominio público. A este respecto hay que destacar que se mantienen algunas peculiaridades a la hora, por ejemplo, de establecer la velocidad de circulación. No se indica cual es la velocidad máxima en términos numéricos, puesto que se sigue indicando que los vehículos marcharán al paso de las caballerías. Otra curiosidad, bastante frecuente en caminos rurales en los que hay edificaciones, es la prohibición de estacionar por la noche vehículos en los caminos, pudiendo hacerlo durante el día, siempre que no se entorpezca el tránsito.

Por lo que se refiere a quemadores, deberán retirarse 5 metros del linde de propiedades o caminos, y cuando se linde con parcelas en las que exista riesgo de incendio, la distancia irá en proporción al peligro existente, y la marcará el Departamento de Urbanismo del Ayuntamiento, en la licencia de obras. Los quemadores ya existentes que no cumplan estas normas deberán adecuarse.

Queda totalmente prohibido arrojar o tirar a cauces públicos y acequias cualquier clase de objeto, residuos sólidos o líquidos, en especial sobras de mochilas y tanques de fumigar.

La función de arbitraje a cualquier conflicto queda en manos del Consejo Agrario Local que preside actualmente el concejal de agricultura, Juan Granell.