Seprona y Sindicato de Riegos aprovecharán las lluvias de los próximos días para localizar el punto de vertido de aguas pestilentes al Clot

Agentes del Seprona y el cabo de celadores del Sindicato de Riegos de Burriana se han citado este fin de semana, aprovechando que anuncian lluvias, para hacer un seguimiento de las aguas sucias y pestilentes que están entrando en el Clot de la Mare de Deu por la acequia del Palau.

En el Sindicato de Riegos de Burriana tienen muy claro por donde vienen esas aguas, cuya principal característica es su color gris oscuro y su olor a alcantarilla, y que ya pusieron en conocimiento del Seprona el pasado mes de enero; sin embargo, el cambio de algunos agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil, parece haber sido la causa de que no se haya seguido este asunto, que ha vuelto a surgir a raíz de nuevas denuncias.

Según la información facilitada por el Sindicato de Riegos, a través de sus celadores, el principal punto de vertido es el Barranquet de Vila-real que discurre tapado por las calles Josep Ramón Batalla y Cardenal Tarancón. En alguna de sus intersecciones, con el Raval del Carme o Pius XII, tiene un rebosadero que cuando existe mucho caudal salta hasta llegar a la avenida Europa, donde la canalización queda al descubierto hasta el lateral de los campos federativos. En este punto las paredes de hormigón del Barranquet se acaban y el agua pasa en tromba por debajo del terraplén de la N-340, desde el que se divisa el Hospital de la Plana, a través de unos tubos de hormigón. Salvado este obstáculo, el agua anega una amplia zona situada junto al aparcamiento del centro sanitario - que se encuentra llena de residuos de papel arrastrados por el agua - y se canaliza a través de diversas acequias, principalmente la del Canyaret, que tras pasar por debajo de la Tanda, y ya en termino de Burriana, cruza la CV-185, justo antes del pequeño polígono del Matadero Comarcal, y enlaza con la acequia del Palau, cuyo punto final es el Clot de la Mare de Deu.

No sólo es el Canyaret el que baja aguas pestilentes; otras acequias de esta partida también conducen sus aguas directamente hasta la Tanda de Burriana. En este caso, el Sindicato de Riegos, para evitar que esas aguas lleguen al sur de la ciudad, en especial a la Serratella, abre las compuertas de la Bota, que es el sifón por el que cruza la Tanda el cauce, para que se vayan por el río Anna. Las aguas que llegan al Palau es imposible desviarlas para que desemboquen al mar, e irremediablemente van al Clot de la Mare de Deu, confirmó el cabo de los celadores.

Otro punto por el que llega agua sucia, cuando llueve, es la acequia de Pixagorres que pasa por debajo de la N-340, a la altura de lo que era el restaurante Sant Jordi, y baja en línea recta hasta desembocar también en la acequia del Palau.

En estos momentos la Consellería de Infraestructuras y Transporte, a través de la empresa Ocide, está construyendo una canalización del Barranquet de Vila-real, de tres kilómetros en línea recta, comenzando desde el terraplén elevado de la N-340 situado junto al Hospital, a la altura de los campos federativos situados a la otra parte, hasta empalmar por el barranc de Ratils con el río Anna; exactamente, justo un poco antes de la Bota, junto a la cual está la depuradora municipal de Alqueries.

Se está hablando que por esa nueva canalización se evacuarán las aguas pluviales de Vila-real, pero en Burriana temen que en realidad va a bajar canalizada hasta el río la misma agua pestilente que ahora desciende por las acequias, y el punto de destino va a ser el mismo: el paraje natural del Clot de la Mare de Deu, que como espacio natural protegido se rige por la ley 11/1994 de la Generalitat Valenciana.