Restauran una de las campanas del Campanario de Burriana

Una de las campanas del Campanario de Burriana ha sido restaurada y colocada nuevamente en la torre gracias a una subvención de la Diputación Provincial de 18.000€. Con esta inversión, el yugo de hierro de la campana se ha cambiado por una estructura de madera que evitará que se generen daños en la estructura con la modificación del tañido.  

La torre del campanario “El Templat”, fue construido en la Edad Media, a partir de 1363 y tenía una finalidad defensiva además de ser una torre de comunicaciones y reloj público. A día de hoy está anexada a la Basílica de El Salvador, pero en sus inicios se encontraba separada de ella debido a sus diversas funciones. En el último cuarto del siglo XVII, el Campanario debió sufrir graves daños que obligaron a derrocar la sala de campanas gótica y el petril.  La reconstrucción de la sala de campanas siguió la moda de los pueblos de la Plana, el Bajo maestrazgo o incluso Valencia, y de esta forma, la sala de campanas era de estilo barroco, mientras que la parte inferior seguía siendo gótica.

En 1938, la madrugada del 5 de julio, el Campanario sufrió una explosión debido a la deposición de 32 cajas de dinamita en el interior de este por parte de la 203 Brigada del Ejército Republicano. Debido a la explosión, el campanario quedó derruido y solo se quedó intacto el primer cuerpo. Las obras de reconstrucción comenzaron en 1942 y terminaron a finales de 1945. La torre se reconstruyó respetando aquello que quedaba de la primera, que consistía en la base del campanario. La sala de campanas se reconstruyó parecida a la barroca, también el acceso a la terraza y a la pequeña sala entre esta y la vuelta de la sala de campanas. Además, se aumentó la altura de la torre a partir de la sala de campanas: mientras la antigua medía 46 metros, la nueva se alzó a 51’1 metros.

En cuanto a las campanas que han habitado en el El Templat hasta 1936 son las cinco tradicionales de acuerdo con el Uso y Costumbre de la Antigua Corona de Aragón y recibían el nombre de: La Tiple (210 kg), La Rondana (270 kg), La Blaia (600 kg), La Mare de Déu (725 kg) y El Nostre Senyor (1000 kg). Un aspecto destacable es que no se trataban de campanas medievales, renacentistas o barrocas, sino que eran posteriores a la última guerra carlina.

La sala de campanas cuenta en la actualidad con las cinco tradicionales: La Tiple (275 kg), La Rondana (422 kg), La Blaia (630 kg), La Mare de Déu (1077 kg) y El Nostre Senyor (1332 kg). A estas se le añadieron a partir de 1945 dos campanas más pequeñas: El Cimbalet Menor (64 kg) y el Cimbalet Major (86 kg).