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Los responsables municipales se reúnen con vecinos de la Vila y se comprometen a tomar medidas para evitar su previsible deterioro

Los responsables municipales se reúnen con vecinos de la Vila y se comprometen a tomar medidas para evitar su previsible deterioro
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    Los responsables municipales se reúnen con vecinos de la Vila y se comprometen a tomar medidas para evitar su previsible deterioro - (foto 2)
    Los responsables municipales se reúnen con vecinos de la Vila y se comprometen a tomar medidas para evitar su previsible deterioro - (foto 3)

    Interesantísima reunión la celebrada esta tarde en el salón de plenos del Ayuntamiento para hablar sobre el Plan Especial del casco antiguo como consecuencia de las aportaciones y peticiones planteadas por los vecinos asistentes y los compromisos adquiridos por el alcalde, José Ramón Calpe. Han asistido 43 personas; una cifra poco significativa, si tenemos en cuenta que el primer edil había enviado personalmente 432 cartas, pero muy superior a la del acto de presentación del Plan Especial, el 14 de julio del año pasado, al que apenas asistieron diez vecinos. No han asistido, como ya habían anunciado, los miembros de la junta directiva de la asociación de vecinos de la Vila.

    Tras escuchar a los residentes, los compromisos de Calpe pueden resumirse en seis puntos: 1) estudiar una bonificación del impuesto de construcciones para las viviendas afectadas por el Plan Especial para facilitar los proyectos de rehabilitación en la zona; 2) estudiar, si es posible, poner a disposición del vecindario a los técnicos municipales para realizar las revisiones obligatorias que hay que cumplir cada cinco años en los edificios de más de 50 años, de cara a que no tengan que pagar nada por esa primera inspección. Si como consecuencia de ésta hubiera que hacer un proyecto de rehabilitación, por insignificante que sea, ya se haría cargo el propietario; 3) poner a disposición de los titulares el trabajo y conocimientos del arqueólogo municipal para llevar a cabo las preceptivas catas arqueológicas que exige la ley cuando se llevan a cabo obras que afectan al subsuelo, dentro de este ámbito. 4) establecer el centro como punto de inversión prioritario en los presupuestos municipales de cada ejercicio para revitalizarlo, conseguir que sea atractivo y cómodo para que la gente joven se decida a vivir allí, y de este modo evitar su progresivo abandono y deterioro; 5) analizar pormenorizadamente el catálogo de viviendas protegidas y el grado de protección propuesto en el Plan Especial pues, como dijo el alcalde: “a veces una gran protección favorece que a la larga se produzca un gran deterioro” - en estos momentos hay 4 casas con protección integral, 55 con protección parcial y 93 con protección medioambiental -; 6) crear una comisión mixta, posibilidad que contempla el Plan Especial, integrada a partes iguales por técnicos municipales y arquitectos locales que ejercen su profesión en el ámbito privado para determinar qué obras o materiales son los apropiados, estudiando caso por caso.

    Esta última propuesta ha surgido a raíz de una petición que solicitaba que se simplifiquen y flexibilicen al máximo las cosas. Así, a modo de ejemplo, han planteado que en los edificios protegidos se obliga a que toda la carpintería, tanto de ventanas como puertas, sea de madera, cuando hay aluminio que estéticamente resulta lo mismo, permite mayor confort, y por lo menos se podría autorizar para zonas interiores que recaen a patios, al igual que otros materiales.

    El redactor del Plan Especial, Francisco Taberner, ha indicado al respecto que hay arquitectos en los que se puede tener plena confianza cuando actúan en un casco histórico, “pero hay otros que hay que atarlos muy corto; de ahí la necesidad de establecer más normas de las que resultarían convenientes”. “Un ejemplo, ha apuntado, lo tenemos en El Pla. No se cuantos años tardará en recuperarse debido a que en un momento dado les dio por hacer edificios altos, utilizando materiales inapropiados, como el cristal… Y es que en una calle pueden haber 20 edificios, 18 de ellos bonitos y bien conservados, pero sólo con que hayan dos malos, ya han fastidiado toda la calle”, ha querido significar.

    En general, los vecinos han pedido más ayudas e inversión para que el centro no se degrade, pues la edad media de la gente que vive en el barrio es muy elevada, y cuando desaparezca esa generación todo indica que el casco antiguo entrará en un proceso de deterioro irreversible, si no se toman medidas a tiempo para hacer habitable el entorno, de acuerdo a las circunstancias actuales.

    Exigen un centro cómodo, readaptado a la situación presente, con solución a necesidades actuales, como dónde aparcar el coche, que no existían cuando se construyeron esas casas modernistas; en definitiva, menos trabas y condicionantes, y más ayudas para que la gente joven reocupe la Vila.

     

    comentarios 7 comentarios
    SRC
    SRC
    31/01/2010 12:01
    TAMBIÉN FALTA

    También falta que, adapten las aceras, sobre todo un paso elevado, en la calle la Purisima, ya que los coches giran en esta calle para incorporarse a la calle Mayor, y giran como si fueran los dueños del mundo y algún día atropellarán a alguien de los que van por la acera, pues ya han estado a punto en varias ocasiones. En realidad, lo de adaptar las aceras hace falta en todo el pueblo.

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