Los I Premios Cañada Blanch reconocen la trayectoria educativa de Carmen Sabater, Pedro Manuel Arnau y Vanessa Gumier
El salón de sesiones del Ayuntamiento fue escenario ayer por la tarde del acto de entrega de los primeros Premios Cañada Blanch a la mejor trayectoria educativa de alumnos de Burriana, promovidos por la Fundación Cañada Blanch y el Ayuntamiento, y que han recaído en Carmen Sabater (colegio salesiano), Pedro Manuel Arnau (IES Llombai) y Vanessa Gumier (IES Jaume I).
Todos ellos recibieron un premio dotado con 500 euros, después de haber sido seleccionados por sus propios centros en función de los resultados académicos, pero también por sus valores personales, como el compañerismo o la implicación en las actividades del centro.
El alcalde, José Ramón Calpe, ha recordado cómo en los años 60 Burriana acogió una acto similar, pero más solemne, al que asistía el propio Vicente Cañada Blanch, catedráticos de la Universitat de València y en el que se pronunciaba una lección magistral. En esta primera edición de los premios, fue el burrianense Domingo García Marzá, catedrático de Ética de la Universitat Jaume I, el encargado de ofrecer una interesante charla sobre la rentabilidad de la ética.
García, presentado por el propio alcalde, destacó ante los alumnos la importancia de fomentar los comportamientos éticos en todos los campos de la sociedad y recibió un obsequio por parte del máximo representante del Ayuntamiento en señal de agradecimiento por su contribución y su participación en este acto.
El vicepresidente de la Fundación Cañada Blanch, el burrianense e Hijo Predilecto de la Ciudad Miguel Dols, informó que estos premios ya están instituidos en el Reino Unido y que los alumnos que los reciben en Burriana han hecho historia al ser los primeros galardonados. "Es un motivo de orgullo, pero también de responsabilidad", manifestó Dols, quien destacó el sacrificio de las familias para educar a sus hijos y también el compromiso del profesorado en esta importante labor.
Dols no pudo evitar emocionarse al referirse a la estrecha colaboración mantenida durante los últimos 20 años con el Ayuntamiento y, particularmente, con José Ramón Calpe, tanto como concejal de Cultura como los últimos ocho años al frente de la Alcaldía, "por su generosidad, su trabajo por Burriana y su amistad".
Calpe, en su último acto público como alcalde de la ciudad de Burriana, consideró un honor despedirse con una entrega de premios como la de ayer, y valoró como un acierto impulsarlos y crearlos. El primer edil, en referencia a los cambios políticos que se producirán hoy, citó al presidente norteamericano Roosevelt, "porque sólo tenemos que tener miedo al miedo, y con jóvenes como los premiados hoy, no tenemos nada de qué preocuparnos y hemos de ser optimistas".
José Ramón Calpe deseó a los alumnos que lleven el premio con mucho orgullo y les puso el ejemplo de Vicente Cañada Blanch, "quien demostró su generosidad dedicando su fortuna al fomento de la educación y se preocupó de resolver los problemas de integración de los emigrantes y también que las dificultades económicas no fueran un obstáculo para el estudio, que él siempre trató de estimular y premiar".
El acto contó con la presencia del Embajador de España de origen burrianense Jorge Fuentes Monzonís-Vilallonga, así como del Hijo Adoptivo de la Ciudad Joan Jesús Pla.
