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Las papeleras de Burriana

Las papeleras de Burriana
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    Encuentro trabajadoras - 08/03/2008
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     Las Papeleras de Burriana, la del Mijares y el Cid, siguen vivas en los corazones de las que fueron sus trabajadoras. El pasado sábado, día 8 de marzo – día de la mujer trabajadora –, en el restaurante Miralmar de la Cofradía de Pescadores, se reunieron 67 trabajadoras para intercambiar recuerdos y vivencias de aquellas dos empresas que marcaron el zénit industrial de Burriana, fruto de una esplendorosa actividad naranjera a principios del siglo XX, que requería de papel de seda con el que envolver el preciado fruto.

    La trabajadora más antigua que acudió a la cita fue Isabel Mataix, de 87 años, que entró a trabajar en 1946 en la Papelera El Mijares y se jubiló en 1980, ofreciendo una gran fiesta a todas sus compañeras.

    La comida, que resultó ser todo un éxito, estuvo organizada por María Dolores "La Urbaneja", "La Bola" y por expreso deseo de Esperanza Collado, a quienes sus compañeras agradecieron calurosamente la posibilidad de volver a reencontrarse y recordar aquellos días felices en los que las Papeleras les ofrecieron la posibilidad de fundar y sacar adelante sus familias.

    La importante actividad económica de nuestra ciudad a principios del siglo pasado supuso una docena de industrias de envases, cinco serrerías, tres fábricas de clavos, y nueve timbrados de papel de seda para envolver las naranjas, seis de los cuales, en 1927, crearon el Timbrado Burrianense, S.A. La necesidad de papel de seda dio pie a que en 1919 se fundara la Papelera El Cid y en 1931 la Papelera del Mijares, que tuvieron su declive durante la década de los ochenta.

    Papelera el Cid

     Fue la primera Papelera de Burriana, fundada en 1919 por el empresario burrianense don Francisco Granell Felis. Se construyó sobre unos terrenos situados junto al río Anna, en lo que más tarde sería la avenida San Juan Bosco, y donde hoy está, sobre parte del solar, la galería comercial Trocco. Inicialmente funcionó como almacén de naranjas, durante la temporada, y el resto del año como fábrica de papel de seda. Allí mismo había máquinas para timbrarlo con las marcas, no sólo de comerciantes de Burriana, sino de otras poblaciones de la Ribera.

    Francisco Granell Felis, que actualmente se encuentra en fase de beatificación, era el padre de doña Josefina Granell Vernia, y fue fusilado el 29 de agosto de 1936 en el barco prisión Isla de Menoría, atracado en el puerto de Castellón.

    Nada más terminarse la guerra civil compró la empresa don José Ramón Calparsoro, un vasco del que sus extrabajadoras todavía recuerdan que se decía de él que había estado en los bombardeos de Burriana con “la pava”. Y no les falta razón, ya que la biografía de este empresario suscita gran interés.

    José Ramón Calparsoro Perot pertenecía a la alta burguesía vasca. Había estudiado en los jesuitas de Orduña y cuando terminó intentó entrar en la Escuela de Ingenieros de Bilbao, pero como no le admitieron se fue a Francia para completar su educación. Luego estuvo en Lausana y concluyó sus estudios en Alemania, donde se hizo ingeniero. Era hijo y nieto de papeleros, pero era el menor de los hermanos, y la fábrica de su padre le correspondía al mayor, por lo que entró a dirigir otra papelera en Tolosa.

     

     Nada más iniciarse la Guerra Civil los sindicatos incautaron su empresa, y como se había quedado sin trabajo, se fue al aeropuerto de Biarritz, donde estaba haciendo un curso de piloto, y se acogió al Movimiento Nacional. De allí se fue a las trincheras del monte Burunza, donde permaneció hasta que entraron en San Sebastián el 14 de septiembre de 1936. Al día siguiente se fue al hipódromo de Lasarte, que se usaba como aeródromo, y pese a que sólo contaba con ocho horas de vuelo, pidió ingresar en el Ejército del Aire. Su gran pericia hizo que en febrero de 1938 fuera el primer español destinado a la Legión Cóndor, nombre de la fuerza de intervención aérea que la Alemania nazi envió en ayuda de las fuerzas del general Franco.

    A principios de 1939 se creó en Valencia la primera escuadrilla española adjunta a la Cóndor, a la que se incorporó. Estuvo en Valencia, posteriormente le mandaron a la Vall de Uixó y finalmente a Cariñena, donde le pilló el final de la guerra. En una entrevista concedida al diario El Mundo en 1999, cuando contaba con más de noventa años, recordaba que, a punto de terminar la contienda, un amigo le comentó que la fábrica papelera de Burriana estaba a la venta porque habían asesinado a su dueño. “Al siguiente permiso, contó Calparsoro, cogí mi coche y me fui a Burriana a arreglar el trato. La guerra se acabó el primero de abril, el día 6 de abril solicité el permiso para abandonar el Ejército, y el 23 de abril estaba ya haciendo papel en Burriana”.

    La mano derecha de José Ramón Calparsoro en Burriana fue el guipuzcoano Ceferino de las Heras Catarain, que tenía su residencia en lo que hoy es la calle Vicente Marco Miranda, 7. Su hija, Mercedes de las Heras Lausín se casó con el burrianense Manuel Urios.

     La Papelera El Cid fue comprada nada más comenzar la década de los setenta por el empresario catalán Vicente Piera que ya poseía desde 1968 la Papelera El Mijares.

    Papelera del Mijares

    La Papelera del Mijares nació en 1931 de la mano de diversos comerciantes naranjeros, en busca de solución para abastecerse de materia prima con la que producir los envoltorios de papel de seda con los que daban mayor presentación y protección a sus naranjas.

    Quien gestó la idea fue uno de los promotores económicos e industriales más relevantes que tuvo nuestra ciudad: don Manés Vila, quien también creó el Banco de Burriana en 1922, y el Timbrado Burrianense en 1927; proyecto empresarial con el que aunó a los industriales timbradores dispersos, y puso en pie la sociedad anónima que hoy todavía subsiste en el polígono de la carretera de Nules, tras su reciente traslado desde la calle Industria.

    La fase entre 1931 y 1936 se caracterizó por la dificultad en obtener materias primas. Para hacer la pasta se empleaban trapos, ropas o esparto. El material se metía en unos grandes cilindros donde eran sometidos a un tratamiento de sosa cáustica. La pasta de esos cilindros pasaba a unas balsas donde mediante lejía se blanqueaba. El paso siguiente era colocar la pasta en unas mesas donde se filtraba el agua y quedaba sobre una fina tela, desde la cual pasaba a unos rodillos calentados por vapor para secarla, antes de pasar a otros, ya sin la tela, en los que el papel se sometía a más o menos presión según su clase o textura.

     Durante la Guerra Civil continuó la marcha de la manufactura bajo la dirección del Consejo de Administración y la anuencia y control de obreros afiliados a la organización sindical C. N. T. Prosiguió pues la fabricación de papel de seda para exportar las naranjas que durante aquel periodo manufacturó el Consejo Levantino Unificado de la Exportación Agrícola (CLUEA), que era un organismo de control del comercio de cítricos republicano, formado por los sindicatos CNT y UGT, que a partir de noviembre de 1937, con el reforzamiento del poder gubernamental, pasó a manos de la Central de Exportación de Agrios. Durante este periodo siguió utilizándose exhaustivamente como primeras materias restos textiles y toda clase de vegetales fibrosos, como albardín (espart bord) e incluso cañas arrancadas de las riberas de los ríos y márgenes de tierras húmedas.

    Tras seis meses de paro forzoso, tras la entrada en Burriana de los nacionales en julio de 1938, se habilitó utillaje para el aumento en diversidad de producción, surgiendo así la fabricación del papel Manila y papel de seda de color, con lo que se creaba un aumento de la producción.

    En 1940 se produjo una ampliación de dos a cinco naves para disponer de más espacio, pues las dos primitivas eran insuficientes por acumulación de ingentes cantidades de materia prima, facilitándose la amplitud y acomodo de la sección de manipulado.

     A principios de la década de los cuarenta, como quiera que los nuevos medios de transporte eran cada vez más rápidos, vieron los comerciantes que sus naranjas al llegar a destino apenas habían experimentado alteración en su estado de conservación, y decidieron empezar a no cubrir el producto. Esta circunstancia favoreció una reducción del precio final de la naranja, pero hizo que desapareciera la fabricación del papel de seda como envoltorio. La bajada de la producción de aquella clase de papel, que experimentaron todas las empresas suministradoras, fue compensada por el lanzamiento de papel para las artes gráficas, de mayor ramaje, lo que motivó otra vez la reforma y acondicionamiento de la maquinaria para tal menester, adaptándola pues al nuevo tipo de papel, utilizando como primeras materias fibras de esparto y albardín de Murcia y Zaragoza, palmito, paja de arroz, etc.

    En 1944 la empresa fue adquirida por un grupo catalán concesionario de la edición de cartillas de racionamiento, primeramente, y después de bloques de nóminas, que absorbió la producción. Pero terminada la concesión de los referidos impresos oficiales, en muy pocos años, e1 grupo propietario catalán vendió sus acciones a un grupo de fabricantes del País Vasco, reformando aún más la maquinaria, de lo cual resultó un aumento de producción. Es el momento en el que entró como responsable de la empresa don José Armendáriz, cuya hija, Maribel Armendáriz Morales, fue Reina Fallera de Burriana en 1949.

    Llegamos así hasta la primera suspensión de pagos de la empresa, en el mes de febrero de 1967. El trabajo fue suspendido y el personal se acogió al subsidio de paro.

     Finalmente se alcanzó un acuerdo y en 1968 se hizo cargo de la compañía un empresario catalán, don Vicente Piera Santacana, al que todavía hoy sus extrabajadoras recuerdan con gran afecto. La brillante gestión empresarial de Piera hizo que a principios de los setenta la Papelera ya hubiera pagado a sus más importantes acreedores, dejando atrás la suspensión de pagos con un pasivo de cuentas acreedoras de 139 millones de pesetas. La pericia de este empresario hizo que la Papelera El Mijares viviera una época dorada en los años setenta con una producción de 60.000 toneladas de papel anuales y clientes como la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre y Loterías y Apuestas del Estado. Fue a principios de los setenta cuando el grupo empresarial que lideraba Vicente Piera compró la Papelera El Cid, situada en el paseo San Juan Bosco, pasando ambas compañías a estar bajo la misma dirección empresarial. Del buen ambiente entre los trabajadores de las dos fábricas da testimonio la celebración el 8 de diciembre de 1974 de un partido de fútbol en el campo de San Fernando entre los equipos femeninos de las papeleras del Cid y Mijares, denominados Panteras Rosa y Estrellas Rojas.

    Nada más iniciarse la década de los ochenta sobrevino una crisis dentro del sector, que provocó una nueva suspensión de pagos. La mitad de trabajadores, de una cifra que se aproximaba a los trescientos, decidió abandonar, tras ser indemnizados, y la otra adquirió en pública subasta la Papelera y constituyó una Sociedad Anónima Laboral, con acciones nominativas. La empresa pasó a denominarse Papelera Río Ana, S.A., hasta que en 1988 sucedió lo que la revista El Temps tituló como “La gran estafa de les papereres”. Un grupo catalán, con el único objetivo de hacerse con los solares de las empresas, compró la industria y la descapitalizó, lo que derivó en una querella de los trabajadores contra los propietarios que no cumplieron su promesa de invertir 500 millones de pesetas en el desarrollo tecnológico de las instalaciones, desembocando, irremediablemente, en el cierre definitivo.

    Timbrado burrianense

    La única empresa que todavía hoy sobrevive de toda aquella industria creada antes de la Guerra Civil entorno al papel de seda, que se hacía para envolver y conservar las naranjas, es el Timbrado Burrianense, S.A., fundado en 1927.

    Buena parte de los envoltorios de los polvorones que nos comemos durante las fechas navideñas se imprimen en esta empresa local, especializada, todavía hoy, en la impresión de papel de seda. Se abastece de la única fábrica de papel de seda que queda en España, cuya sede está en Alcasser, tras el cierre en la década de los noventa de la papelera de Soneja.

    Durante algunos años el papel de seda entró en desuso en la producción de polvorones, frente a otro tipo de envoltorios más modernos. Sin embargo en los últimos años se ha recuperado entre aquellos que quieren ofrecer un producto artesanal. Los entendidos afirman que el papel de seda da un “bouque” especial a los polvorones que no dan otros papeles satinados.

    Timbrado Burrianense, S.A. se fundó en enero de 1927, y parte de la maquinaria aún data de esa época. Se trata de la empresa con mayor solera de España en este ramo, ya que ha estado funcionando hasta hoy, de forma ininterrumpida, al servicio del papel decorativo, para dar presencia a cualquier producto, en especial a la naranja, gracias a la cual nació la firma. Desde 1927 Timbrado Burrianense ha estado produciendo papeles de seda impresos en sus talleres para envolver las naranjas que se han paseado por toda Europa, con diseños, algunos de los cuales pueden verse hoy en el Museu de la Taronja. Desde 1940 esta empresa cuenta también entre sus clientes con otras actividades como pastelerías, tiendas de tejidos, farmacias, perfumerías, fábricas de calzado, panaderías, etc.

     

     

    comentarios 3 comentarios
    uno que sabe
    uno que sabe
    29/10/2009 01:10
    Aclaracion

    El autor del reportaje esta mal informado sobre lo que paso en la decada de los ochenta.Lo despacha en unas lineas y provablemente sea lo mas interesante de la historia de estas dos empresas "emblematicas" de la ciudad de Burriana. Yo recomendaria a todos esos que tanto querian a esas dos empresas que intentaran averiguar lo que ha ido pasando despues de aquel cierre que califican de gran estafa.Eso si que daria para un gran reportaje.Sobre todo a la vista de las ultimas "novedades urbanisticas". ¿Que caminos se han andado para llegar a esta situacion?. ¿cuanto les costo a los actuales propietarios adquirir el "cadaver"? Recalificaciones,expropiaciones forzosas,cifras millonarias,... Bueno,es el signo de los tiempos ..........

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