El obispo Casimiro López preside el entierro del salesiano Don Antonio Pastor, cuyo féretro ha sido despedido en medio de una gran ovación
El obispo de la diócesis de Segorbe-Castellón, Casimiro López, ha presidido esta mañana las exequias fúnebres en honor al salesiano Antonio Pastor Doménech, Hijo Adoptivo de Burriana.
El entierro, cuya misa han concelebrado alrededor de cincuenta sacerdotes, se ha convertido en un gran homenaje del pueblo de Burriana a un personaje tan querido y entrañable como don Antonio. Antes de salir del templo, los asistentes no han podido reprimirse y le han dedicado una cerrada ovación como expresión de gratitud a todo el caudal humano que este gran hombre fue esparciendo en sus sesenta años de estancia en el colegio salesiano de Burriana.
El inspector salesiano de Valencia, Juan Bosco Sancho, ha glosado en su homilía la figura de don Antonio Pastor, caracterizada por su profunda fe cristiana y su amor a María Auxiliadora, lo cual le colmó de esa felicidad que sólo él era capaz de trasladar a los demás. Su despacho en el colegio era el más visitado, tanto por educadores, antiguos alumnos, estudiantes y amigos que pasaban a verle para recibir un consejo o simplemente disfrutar de su gran calidad humana. “Quería y se acordaba de todos”, ha subrayado el inspector salesiano, quien ha concluido la plática recordando cuanto se parecía don Antonio Pastor a San Juan Bosco.
El obispo, Casimiro López, ha hecho un llamamiento a la oración, tras la muerte de este gran salesiano, “pero que sea una oración de acción de gracias, por haber podido estar y disfrutar durante tantos años de un verdadero testigo de Dios”. Todos los presentes han destacado el testimonio y el ejemplo que para generaciones futuras deja el finado, que ha alcanzado la grandeza, reconocida con el título de Hijo Adoptivo, gracias a su sencillez y calidad humana.
El féretro ha sido conducido desde la capilla ardiente hasta el templo a hombros de antiguos alumnos, y escoltado por los familiares directos de su ciudad natal, Alcoi, y de la Corporación Municipal, presidida por el alcalde, José Ramón Calpe. Tras el funeral, los restos mortales de don Antonio Pastor han sido conducidos al cementerio de Burriana, donde descansa en un nicho, junto a otro hermano de congregación.
