Una nueva vida para el entorno de Sant Blai en Burriana

Un lavado de imagen que nos retorna a los orígenes y nos permite conocer un poco más sobre la historia de Burriana. Esto es solo una pequeña parte de lo logrado tras las actuaciones de restauración y rehabilitación llevadas a cabo por el Ayuntamiento en el entorno de Sant Blai. La actuación, que ya está finalizada, ha contado con la ayuda de la Unión Europea a través de los fondos FEDER.

“Con esta actuación hemos recuperado un espacio degradado de Burriana, y se ha convertido en una plaza que revitalizará la entrada a la localidad y al barrio que lleva el nombre de nuestro patrón, y que había estado olvidado hasta el momento” explica el concejal de Cultura y Patrimonio, Vicent Granel, quien detalla que se ha invertido tanto en la ermita como en la plaza anexa y la calle adyacente.

En este sentido, Granel ha detallado que con esta iniciativa se ha conseguido “la recuperación de la historia a través del diseño de la nueva plaza, cuya entrada  al 'Jardín del Hospital' - que es como se denominará ahora el entorno de la ermita - se accede por una puerta de la fachada que representa el antiguo hospital”. El conjunto de la zona en su origen estaba compuesto por un hospital, una capilla bajo la advocación del santo, y un cementerio, en forma de patio cerrado que hacía de jardín.

Cabe recordar que los trabajos de rehabilitación de la zona han supuesto un presupuesto total de 465.000 euros – el 50%  cofinanciada por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER), incluida en la Estrategia EDUSI en el marco del Programa Operativo de Crecimiento Sostenible 2014-2020,– de los cuales 430.000 han ido destinados a los trabajos de obra y los otros 35.000 euros a tareas de restauración y puesta en valor. 

Además, previamente a esta actuación el Ayuntamiento ya había llevado a cabo los trabajos de conexión de agua basados en la instalación de las canalizaciones de desagüe necesarias para evitar inundaciones cuando llueve.

Una nueva vida con mucha historia

El proyecto - realizado por el despacho de arquitectos el Fabricante de Spheras y la constructora Bluedec -  ha sacado a la luz parte de la historia más reciente de la capital de la Plana Baixa. Y es que, tal y como ha quedado constatado en estas obras el jardín del Hospital de Sant Blai comprende un complejo medieval datado del siglo XIV que tiene sus orígenes en un barrio extramuros de la época musulmana.

Gracias a las excavaciones arqueológicas iniciales el proyecto original se modificó para introducir parte del yacimiento en el jardín actual. Además, para que todos los vecinos conozcan los entresijos de lo que ahora luce, a través de dos ventanas, se han instalado carteles explicativos contando todos los detalles sobre los mismos.

También se incluyen algunas lápidas de piedra calcárea gris de los siglos XVIII y XIX con las inscripciones muy desgastadas, que provienen del cementerio próximo de la iglesia de Salvador de Burriana; con ellas se pretende recordar el cementerio que existió aquí en Sant Blai durante los mismos siglos.

Como dato curioso, algo que era conocido por pocos es la existencia de un segundo cementerio que fue utilizado durante los siglos XVII y XVIII puesto que a principios del XIX se prohibió enterrar a los difuntos dentro de la ciudad. En este, se localizaron alrededor de cuarenta cadáveres junto a restos de llaves, todos ellos enterrados a escasa profundidad y enterrados juntos. Muchos de los enterramientos habían sido removidos y destruidos, debido a las obras de construcción de la ermita y del hospital en el siglo XIX.

Durante todos estos meses de duro trabajo se han intervenido las tres fachadas exteriores de la ermita, se ha dotado a la zona de iluminación nocturna y también se han rehabilitado las fachadas colindantes con jardines verticales.

Respecto a la zona que ocupaba la banda de música se ha colocado un cenador para realizar actividades culturales y musicales y se ha creado una fuente que tendrá un especial protagonismo durante la celebración de la popular Font del Vi, eje de las celebraciones de la mañana del 3 de febrero durante la festividad de Sant Blai.