Concluye la digitalización de las actas municipales entre 1924 y 1995

Los estudiosos de la historia reciente de Burriana, y la ciudadanía en general, están de enhorabuena, pues la concejalía de cultura que dirige Enrique Safont, ha concluido, después de dos años y medio, el proceso de digitalización de las actas de los plenos y las juntas de gobierno desde 1924 a 1995. Y para aquellos que deseen profundizar en los acontecimientos del siglo pasado, la documentación, hasta 1960, estará colgada en la web del Ayuntamiento antes de que concluya el presente año.

¿Por qué sólo hasta 1960?; en cumplimiento de la Ley 3/2005, de 15 de junio, de la Generalitat, de Archivos. El artículo 59 de dicha ley establece que se podrán consultar libremente todos los documentos que contengan datos de carácter personal, cuando hayan transcurrido 25 años desde la muerte de la persona, o bien 50 años a partir de la fecha de los documentos si el momento de la defunción no es conocido. Como no es posible saber si los datos que aparecen son de fallecidos o no, el corte se ha situado en hace 50 años, y anualmente se irá incorporando un nuevo año. Este no es precisamente el caso de los plenos, cuyas actas son de libre acceso, pero si el de la comisión municipal permanente o junta de gobierno.

 1995 fue el año en el que se inició la informatización de las actas. Con anterioridad a 1924 no existe archivo; desapareció, primero en las guerras carlistas y lo que quedaba en la guerra civil. Lamentablemente también se perdieron algunos documentos en fechas recientes, cuando el Ayuntamiento se trasladó temporalmente a finales de la década de los ochenta al Jardín del Beso, mientras se construía la nueva Casa Consistorial. Lo poco que se ha conservado, como las actas del periodo de la dictadura de Primo de Rivera, se mantuvo en el museo arqueológico que dirigía Norberto Mesado.

 La administración local ha hecho propósito de enmienda, pues Burriana, pese a su relevante pasado, nunca ha cuidado su patrimonio documental y archivístico, hasta el punto de tener que recomponer su historia partiendo de otros archivos.

 Mucho ha tenido que ver en este punto de inflexión la archivera municipal, María Pilar Ramos-Garijo, que tomó posesión en abril de 2007.

 Las actas de sesiones del pleno del Ayuntamiento constituyen la serie documental más importante, ya que son testimonio de las actividades, derechos y deberes del municipio y de sus habitantes.

La digitalización de la documentación del archivo supone varias ventajas: se evita el deterioro y pérdida de los documentos originales al consultarlos o reproducirlos. Varios usuarios pueden consultar simultáneamente los mismos documentos. Se ahorra el tiempo del traslado y de la búsqueda manual de los documentos. Se ahorra el papel y demás elementos del proceso de reprografía en caso de proporcionar la copia en soporte digital, aunque las imágenes también pueden imprimirse si se desea. Y sobre todo, las copias digitales sirven de copia de seguridad de los documentos.

 Los libros de actas que han sido digitalizados están manuscritos hasta 1984; desde 1985 a 1987 mecanografiados, y desde 1988 a 1994 impresos con impresora matricial, aunque no se conservan los soportes informáticos y la tinta está empezando a decolorarse. Desde 1995 ya se encuentran en soporte informático consultable con los equipos actuales, por lo que ya no es necesario su digitalización.

 El resultado de este proceso son unas 12.000 imágenes. La digitalización se realizó con un sistema de captura (escáner) aéreo y abierto.