La conselleria de Infraestructuras anuncia la expropiación de fincas para construir una línea eléctrica desde Vila-real que alimente Novenes de Calatrava

La Conselleria de Infraestructuras y Transporte ha convocado el levantamiento de actas previas a la ocupación de fincas en los términos de Burriana y Vila-real afectadas por el proyecto de la línea aérea desde la subestación de Vila-real Sur para la alimentación de la urbanización de Novenes de Calatrava.

Esta urbanización necesita una potencia de 20.028 kilovatios que no puede suministrarle la subestación de Burriana sita en el camí Artana. El abastecimiento eléctrico es uno de los problemas que viene arrastrando Burriana desde que comenzó el desarrollo urbanístico, hasta el punto de que si en estos momentos se acelerara la construcción de viviendas en Novenes de Calatrava la red municipal quedaría colapsada, de ahí la necesidad de la línea aérea de conexión con Vila-real que se va a acometer.

Precisamente Novenes sufrió un retraso de cuatro meses en su inauguración por falta de suministro eléctrico. Este PAI fue el primero al que Iberdrola notificó que tenía que conectarse a la subestación eléctrica de Vila-real, ante la imposibilidad de hacerlo a la red local, por potencia insuficiente.

Para salir del paso se tuvo que conectar Novenes a la red urbana existente, a sabiendas de que es totalmente insuficiente, para poner en marcha el alumbrado público, y dar servicio al colegio Novenes de Calatrava y el IES Llombai. Una situación que se mantiene, sólo gracias a que el número de viviendas que se han construido desde que se inauguró la urbanización en julio de 2008 han sido muy escasas.

Pese al nuevo tendido aéreo que se ha proyectado desde Vila-real, la localidad necesita con urgencia una nueva subestación eléctrica, entre otros motivos porque de ella depende Sant Gregori. En diciembre del año pasado, hace ahora casi 11 meses, el Ayuntamiento adquirió, por importe de 84.540 euros, 4.377 metros cuadrados de terreno en una parcela agrícola del camí Santa Pau, que posteriormente cedió a Ibredrola, para ubicar la segunda subestación transformadora eléctrica del término municipal, con el fin de mejorar la calidad del suministro y de garantizar el abastecimiento de los actuales y futuros desarrollos urbanísticos e industriales.

Sin embargo, ya no se han vuelto a tener noticias al respecto, aunque el concejal de urbanismo Javier Perelló ha informado que todo indica que el asunto sigue sus trámites oportunos.

La necesidad de una nueva subestación viene avalada por un informe del Ingeniero Municipal en el que valora que la ciudad necesitará un incremento de la potencia de 534.154 kilovatios. para afrontar los programas urbanísticos proyectados. Concretamente, Sant Gregori necesita 76.848 kilovatios, Jardines de la Malva-rosa 74.839 o Santa Bárbara 75.183.

El alcalde, José Ramón Calpe, ha reiterado que "para Burriana es muy importante disponer de una segunda subestación eléctrica. La ciudad ha crecido en los últimos años y las infraestructuras eléctricas son insuficientes. Empezamos a tener algunos problemas y, para resolverlos y garantizar el suministro a futuros desarrollos como Sant Gregori, es necesario disponer de una segunda subestación".