Nueve años después nada se sabe de la ampliación del Museu de la Taronja pese a que se compró una casa, hoy en ruinas

Nueve años más tarde aún no se sabe nada de la ampliación del Museu de la Taronja de Burriana, pese a que la casa contigua que se adquirió en octubre de 2001 presenta un estado ruinoso. Desde el año 2006 la fachada permanece cubierta por una red – en algunos puntos ya desprendida – para evitar la caída de cascotes a la vía pública, a la espera de que se adopte una decisión que nunca llega.

Un año después de su adquisición ya había informes que aconsejaban que se derribara el inmueble, toda vez que ya se había producido el desplome de parte del tejado en la zona interna del edificio. Una parte de la cubierta se hundió y al caer provocó el derrumbe de un sector del segundo piso, cuyos escombros soportaba a duras penas el forjado de la primera planta. De hecho, los técnicos recomendaron a los responsables del Museu de la Taronja que no entraran en el edificio por temor a un desplome. En noviembre de 2004 el Ayuntamiento tuvo que vallar un tramo de acera de la calle Mayor debido a la caída de unos cascotes desde la cornisa.

Antes de producirse el desprendimiento de la cornisa, el Ayuntamiento ya había solicitado un informe a la Dirección General de Patrimonio para que se pronunciara sobre la conveniencia del derribo. Además, propusieron a la Dirección General de Régimen Económico la posibilidad de alcanzar algún tipo de convenio por el cual el Ayuntamiento estaba dispuesto a adelantar o cofinanciar el derribo del inmueble, para evitar cualquier peligro, hasta que decidieran ampliar el museo.

En abril de 2006 la Conselleria de Cultura inició unas obras para actuar con urgencia en el inmueble contiguo al Museu de la Taronja, sito en la calle Mayor número 12, pues el edificio presentaba numerosos problemas como fisuras en la pared medianera del Museu, daños importantes en cubiertas y forjados en el muro de fachada. El informe del Servicio de Arquitectura de la Consellería redactado a principios de 2006, contrariamente a los informes anteriores, aconsejaba entonces que pese a no estar catalogado el edificio debía conservarse, apostando por una rehabilitación. Las actuaciones de urgencia que se llevaron a cabo fueron la reparación de cubiertas, retirada de forjados, saneamiento de revestimientos, aleros y cornisas de fachada; la instalación de andamio y malla en la vía pública, un tratamiento antitermitas, así como el saneado de la red de evacuación de pluviales. El coste total ascendió a 111.500 euros, aportados en su totalidad por la Generalitat, propietaria del inmueble. Sin embargo, desde entonces, el edificio no se ha vuelto a tocar, y ya hay signos evidentes de que el deterioro continua.

Esta vivienda deshabitada se compró por 522.880 euros, y cuenta, a través de sus diferentes plantas, con 1.500 metros cuadrados, el doble que el actual museo, que dispone de 800 metros. Respecto a los usos del futuro edificio a construir se barajó la posibilidad de que además de servir como ampliación del museo, dadas sus dimensiones, sirviera también como biblioteca o archivo dependiente del Museu de la Taronja.

En la futura ampliación está previsto exponer fondos, que actualmente no se pueden mostrar por falta de espacio; especialmente maquinas de tamaño real de principios de siglo que, hoy por hoy, sólo se pueden ver a través de maquetas. Cabe destacar que el museo, el único de estas características en toda Europa, fue inaugurado el 3 de Febrero de 1995, y está situado en el nº 10 de la calle Mayor.