La duplicación de la carretera de Almassora se abrirá completamente al tráfico dentro de tres semanas tras dos años y cuatro meses de obras

El desdoblamiento de la CV-18 entre Burriana y Almassora quedará abierto totalmente al tráfico dentro de tres semanas. Al final, los 18 meses del plazo de ejecución se han convertido en 28. Estos días se está procediendo al asfaltado del nuevo puente, y debido a que se han intensificado todos los trabajos para culminar la obra están produciéndose más interrupciones en el tráfico de lo que ya es habitual.

Pese a que se ve próximo el final, la desesperación entre los conductores resulta patente, tras dos años y cuatro meses de unas obras que se han visto ralentizadas en diversas ocasiones. Y es que hay muchos burrianenses a los que estas obras se les han hecho eternas, pues cubren el trazado hasta cuatro veces al día para trabajar.

A finales de la semana que viene ya estará asfaltado el nuevo puente y después se emplearán otros quince días más para reparar y acondicionar el ya existente.

El 13 de febrero de 2008 el President de la Generalitat, Francisco Camps, colocó la primera piedra del desdoblamiento de la CV-18 entre Burriana y Almassora. El acontecimiento hizo que se congregarán un gran número de Consellers, el presidente de la Diputación, los alcaldes José Ramón Calpe y Vicente Casanova, y concejales de ambas Corporaciones locales.

Hace ahora un año, las obras se quedaron paradas por espacio de quince días. La Consellería de Infraestructuras y Transporte siempre ha justificado los retrasos en las dificultades de construir el puente a causa de que el Millars ha evacuado más agua de lo habitual al tener que soltar agua desde el pantano de Arenós para ejecutar las obras de reparación en sus laderas. Sin embargo, tal y como pudo comprobar este periódico, en el fondo de este asunto existía un problema de financiación. La empresa adjudicataria Ferrovial Agroman SA decidió parar hace un año los trabajos ante la falta de un calendario de pago de la obra que debía estar terminada a principios del pasado mes de septiembre, aunque es cierto que hubo que realizar modificaciones de carácter técnico que encarecieron la obra. El puente se había proyectado sobre zapatas y finalmente se ha hecho mediante sistema de pilotaje, lo que ha representando un mayor coste.

En la pasada legislatura sucedió algo muy parecido con el desdoblamiento de la CV-18 entre Nules y Burriana cuyas obras también duraron 25 meses. Las mayores complicaciones de esta obra fueron la ampliación del paso elevado sobre la autopista A7, y uno nuevo puente, en el tramo de acceso hacia la N-340, para salvar la vía del tren.

La próxima obra, probablemente para la legislatura que viene, dado que ha desaparecido de los presupuestos de la Generalitat, será el desdoblamiento de la CV-185 entre Burriana y Vila-real, aunque con el agravante de que se trata de la principal vía de acceso al Hospital de la Plana.