El Ayuntamiento tendrá que recortar 620.000 euros más del actual presupuesto para cuadrar las cuentas y saldar el déficit del año 2009

El Ayuntamiento de Burriana se verá obligado a ajustar todavía más el presupuesto de este año para equilibrar sus finanzas. El alcalde de Burriana, José Ramón Calpe y el concejal de Hacienda, Javier Perelló, han comparecido esta mañana para dar cuenta de la liquidación del presupuesto municipal del ejercicio 2009, que presenta un remanente de tesorería negativo de 620.000 euros lo que obligará al equipo de Gobierno a compensar este déficit en el presupuesto vigente.

El primer edil se ha referido como una de las causas principales de esta situación a la caída de los ingresos, “algunos de forma muy espectacular”, como los procedentes del Impuesto de Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO). Así, entre las liquidaciones de 2006 y de 2009 la recaudación ha bajado en 2 millones de euros, “una cantidad muy notable”.

Además, según ha explicado el alcalde, en la liquidación del pasado ejercicio se dio una circunstancia agravante, “porque tuvimos que devolver 488.000 euros a promotores inmobiliarios por obras para las que habían solicitado licencia y por las que habían pagado un impuesto y que, finalmente, no han realizado y, como está establecido, tienen derecho a la devolución”.

El Ayuntamiento de Burriana, asimismo, se ha visto obligado por distintas sentencias judiciales a realizar en los últimos años expropiaciones y a abonar los correspondientes intereses por un valor cercano a los 11 millones de euros (Papelera del Mijares, solar junto al IES Jaume I…), “lo cual ha obligado a la Administración local a hacer un esfuerzo inversor tremendo”, ha razonado el alcalde, quien ha apuntado que el hecho de acudir a la vía del préstamo para hacer frente a estas resoluciones ha condicionado la situación de la deuda actual del consistorio. “De lo contrario, estaríamos en otra muy distinta y mucho mejor”, ha señalado José Ramón Calpe.

Ante esta realidad, tal y como contempla la Ley, el equipo de Gobierno optará por reducir los presupuestos actuales para, en pocos meses, equilibrar las cuentas. El alcalde ha explicado en este sentido que la reducción de retribuciones a los empleados públicos podría compensar la mitad del déficit, “y a ella se sumará el correspondiente recorte en las asignaciones de los concejales y del personal eventual, seguramente superior al que recomienda la Federación Española de Municipios y Provincias”. Asimismo, según ha avanzado el primer edil, no se cubrirán las plazas de personal que cuentan con dotación en los presupuestos actuales y también habrá reducciones en algunas partidas.

Sobre estas medidas, “que tienen su complejidad y lleva tiempo prepararlas”, trabajará ahora el negociado de Intervención, por lo que no está previsto que vayan al próximo pleno ordinario, previsto para el jueves día 3 de junio.

Calpe ha descartado otras soluciones también contempladas por Ley como cubrir el déficit con un mayor endeudamiento –ya que el consistorio todavía tiene una pequeña capacidad para endeudarse-, “lo cual no es razonable”, o presentar un presupuesto para 2011 con un superávit equivalente. “Esto último sería suicida, porque las previsiones económicas para 2011 son todavía peores y, ante la espectacular bajada de los ingresos del Estado es de esperar que baje la aportación a los ayuntamientos por los tributos. Además, el mercado inmobiliario todavía no repunta y el año que viene tampoco habrá Plan E, del que este año hemos destinado 700.000 euros a gasto corriente”, ha subrayado el primer edil.

“No son tiempos buenos y el Ayuntamiento de Burriana, como muchos ayuntamientos y como otras administraciones, sufre las consecuencias de la crisis, pero con seriedad y renunciando a ciertas cosas en sólo un mes podremos eliminar este déficit”, ha afirmado el alcalde, quien ha descartado subir los impuestos.

José Ramón Calpe ha comparado la situación de la hacienda municipal con la de una persona a la que acaban de someter a una intervención quirúrgica, “y a la que los médicos han dado un tratamiento y han recomendado reposo o dieta para que, en poco tiempo, pueda hacer vida normal. No sería razonable que no hiciera caso, porque agravaría su situación”. Así, según Calpe, “hemos de asumir la obligación de hacer este esfuerzo y de asumir las incomodidades que ello provoque, porque es garantía de una buena salud económica para el futuro”.