La conselleria de Educación va a adecuar el viejo instituto Llombai con un proyecto de 200.000 euros que pondrá fin a su progresiva degradación

Después de mucho insistir por parte de la concejala de educación del Ayuntamiento de Burriana, Ana Montagut, la conselleria de Educación va a actuar en las instalaciones del antiguo IES Llombai que viene sufriendo un progresivo deterioro, a causa de los actos vandálicos, desde que el centro se trasladara a sus nuevas dependencias de la avenida cardenal Tarancón a principios de este curso. La conselleria ya tiene preparado un pequeño proyecto de 200.000 euros para realizar algunas modificaciones en el aulario de cara a dotar a las instalaciones de nuevos usos, algunos de ellos ya programados, como acoger a alumnos del IES Jaume I, mientras duren las obras de ampliación previstas en este centro. Cuando deje de utilizarse para fines educativos el Ayuntamiento de Burriana tiene la intención de solicitar formalmente una cesión del inmueble pensando en algunos colectivos, como podría ser el de las fallas.

La Jefatura de la Policía Local, por encargo de Ana Montagut, ha elaborado un extenso informe policial sobre la situación del inmueble del camí Llombai, para que la conselleria de Educación conozca de primera mano en qué condiciones se encuentra el antiguo IES. Durante los últimos meses la administración local se ha visto atada de pies y manos porque al tratarse de un centro de secundaria no disponía de competencias para remediar la situación, a excepción de incrementar la vigilancia policial en las inmediaciones del edificio. Asunto distinto hubieses sido un centro de infantil y primaria, pero en el caso que nos ocupa incluso se intentó retirar por parte del Ayuntamiento las porterías y las canastas para que no entraran jóvenes a disputar partidos y fue desautorizado por tratarse de material inventariado por parte de la consellería.

A estas alturas quedan pocos cristales sin romper. Las puertas de los talleres han sido reventadas, y todo induce a que se han llevado bastante material, incluidas piezas de los coches que servían para hacer prácticas durante el proceso de aprendizaje.

La experiencia ha demostrado que un edificio cerrado es sinónimo de deterioro e incita a los actos vandálicos por parte de delincuentes que se dedican a desmantelar instalaciones eléctricas, ventanas o todo cuanto pueda ser vendido como material de segunda mano. Y desgraciadamente no es la primera vez que sucede en un centro educativo de la localidad. En febrero de 1994 comenzó a funcionar el colegio Penyagolosa, que fue una fusión entre el colegio Cervantes y el de Hortolans. Este último centro, en cuyo solar está hoy el Casal Jove, junto con la Escuela de Adultos, y otros servicios municipales, fue desmantelado por completo en cuestión de un año. No quedó absolutamente nada, y la inversión que hubo que hacer por parte del Ayuntamiento para recuperarlo fue considerable.

Otro caso, pendiente de resolución, es el antiguo Centro de Salud, que permanece cerrado, y también ha sido objeto de algunos saqueos accediendo por la entrada de urgencias.

El proyecto que pretende llevar a cabo la consellería dejará de nuevo en perfecto estado el inmueble para que pueda albergar a nuevos alumnos como los del Jaume I. En este sentido, cabe destacar, por lo que a la ampliación de este centro se refiere, que ya se han realizado diversas catas y se está redactando el proyecto.

El que se espera que se presente durante este mes, o a muy tardar el próximo mes de mayo, es el proyecto del nuevo colegio Cardenal Tarancón, que se construirá junto al de Novenes de Calatrava. Actualmente sus alumnos se encuentran en aulas prefabricadas junto al colegio Iturbi. El proyecto que va a ejecutarse más pronto es el del aulario de infantil del colegio Roca Alcaide, con un presupuesto de 1,5 millones de euros, que ya prepara CIEGSA.